RUTA FUTURO ARAUCA
I
POLÍTICA INTEGRAL PARA
ENFRENTAR EL PROBLEMA DE LAS DROGAS
UNA INTRODUCCIÓN
Según la Organización den naciones unidas ( ONU) en su más reciente
informe Colombia produce el 70% de la cocaína mundial, respecto del consumo en 2017 unos 271 millones de personas -el 5,5% de
la población mundial de 15 a 64 años- consumió drogas, una cifra similar a la
del año anterior, pero un 30 % mayor a la del año 2009. La droga más extendida
es el cannabis con unos 188 millones de consumidores.
La legalización del cannabis con fines recreativos en algunos estados de
Estados Unidos parece haber impulsado el consumo de ese narcótico, señala el
informe.
El consumo de cannabis se expande rápidamente", señala la ONUDD y
apunta, aunque sin afirmarlo explícitamente, una vinculación entre el aumento
del consumo y la liberalización de esa droga.
La ONU destaca que la prevención y el tratamiento siguen fallando en
muchas partes del mundo y sólo una de cada siete personas con problemas graves
de adicción recibe tratamiento. Estas cifras son globales, por lo que la
situación en los países en desarrollo es mucho peor.
El informe también pone el foco en la situación en las prisiones, donde
los problemas de consumo y la prevalencia de enfermedades infecciosas
relacionadas con el consumo de drogas, como el VIH, la hepatitis C y la
tuberculosis, son mucho más altas.
La Política Integral para Enfrentar el Problema de las Drogas plantea
estrategias efectivas que buscan reducir el consumo de drogas, la
disponibilidad de drogas, con especial énfasis en cultivos ilícitos,
desarticular organizaciones criminales, afectar las economías y rentas
ilícitas, y crear condiciones para la transformación territorial y el tránsito
a economías lícitas.
El punto de partida de esta política corresponde a los siete principios
bajo los cuales se desarrollan estrategias, planes y proyectos para enfrentar
el problema de las drogas. Este fenómeno requiere de una aproximación integral,
es decir, que necesita articular a los diferentes actores (públicos y privados)
para responder a los desafíos presentados en cada una de las fases de dicho problema.
Para lograr una coordinación efectiva, es necesario apoyarse en evidencia
técnica y científica con el fin de fortalecer el diálogo y diseñar las mejores
estrategias para atacar las causas y efectos negativos de las drogas.
Adicionalmente, la Política Integral para Enfrentar el Problema de las
Drogas considera los derechos humanos, la salud pública, la seguridad
ciudadana, el desarrollo territorial, desarrollo humano y el ordenamiento
ambiental.
Planteada la disposición para enfrentar el problema de las drogas, esta
política está fundamentada en cuatro pilares estratégicos y uno transversal:
1. Reducir el consumo de sustancias psicoactivas y su impacto;
2. Reducir la disponibilidad de drogas para los mercados internos y
externos;
3. Desarticular y afectar las estructuras criminales; y
4. Afectar las economías y rentas criminales.
El quinto pilar corresponde a la transformación del territorio, en un
modelo de tránsito a las economías lícitas y cuenta con cinco objetivos
transversales a los pilares anteriormente referidos que actúan como acelerador
del desarrollo así:
1. Generar condiciones territoriales para impulsar las economías lícitas
rurales y urbanas, en un marco de sostenibilidad ambiental;
2. Posicionar a nivel internacional la Política Integral para Enfrentar
el Problema de las Drogas, y gestionar el apoyo de cooperantes y sector privado
para la implementación de ésta;
3. Impulsar la coordinación y la articulación institucional para el
cumplimiento de las metas estratégicas;
4. Impulsar la generación de conocimiento, seguimiento y evaluación de
la Política Integral para Enfrentar el Problema de las Drogas;
5. Asegurar la disponibilidad de sustancias sometidas a fiscalización y
el acceso a ellas con fines exclusivamente médicos y científicos, e impedir su desviación.
1. Disminuir el consumo de drogas: Prevención y atención
El país cuenta con un problema creciente de consumo de sustancias
psicoactivas que afecta a nuestros niños y jóvenes, y en general a toda nuestra
población:
Entre 2013 y 2016, el porcentaje de adolescentes entre 12 y 17 años,
con consumo reciente de drogas ilícitas incrementó de 4.3% a 8%.
Para el caso de la población universitaria (18-24) la proporción de
consumidores pasó del 8.21% en 2013 al 20.77% en 2016.
Entre 2013 y 2016, el porcentaje de adolescentes entre 12 y 17 años,
consumidores de cocaína de manera habitual en el último año, pasó de 0.3% al
2.6%.
En la población universitaria, este hábito de consumo pasó del 1.9% en
2013 al 2.7% en 2016.
1 de cada 5 escolares reporta que le han ofrecido probar alguna
sustancia psicoactiva ilícita
El inicio de consumo alcohol se presentan en promedio a los 13 años y
de drogas ilícitas a 14 años.
Existe también un consumo considerable de Nuevas Sustancias Psicoactivas,
específicamente de drogas sintéticas, que ha fortalecido un nuevo mercado de
importación ilegal y consumo de este tipo de drogas.
De acuerdo con los estudios disponibles, la última encuesta nacional
de consumo (2013) la sustancia más usada en Colombia es la marihuana, seguida
por la cocaína, basuco, éxtasis e inhalantes.
El consumo de drogas sintéticas está aumentando y en el país se han
identificado ya 32 nuevas sustancias psicoactivas, donde la mayoría son drogas sintéticas.
La política emprende una fuerte estrategia de prevención dirigida a padres,
docentes y jóvenes, que incluirá múltiples componentes para reducir la
vulnerabilidad y promover la inclusión social, desde un enfoque de salud
pública. Esto implica uso adecuado del tiempo libre, deporte, cultura y vida en
familia.
También advierte los graves efectos de las drogas en la juventud y en
la población en general.
Las acciones están dirigidas a fortalecer el papel de los jóvenes, las
familias, la escuela, la sociedad civil, la iglesia, las comunidades y la
sociedad en general como actores claves de la prevención.
2. Atacar la oferta de drogas
El país está en una situación dramática en materia de cultivos ilícitos,
y en ese sentido necesitamos emplear todas las formas posibles para combatir
este flagelo, eso incluye mecanismos de aspersión aérea, no necesariamente con
Glifosato. Pero en todo caso, cualquiera que sea el mecanismo, en este momento
estamos trabajando de manera muy coordinada todos los entes de Gobierno,
verificando que cualquier mecanismo que se utilice sea en cumplimiento
3 de la ley y bajo estándares exigidos por la Corte Constitucional, para
garantizar la no afectación de la salud y el medio ambiente.
En 2017, Colombia alcanzó 171.000 hectáreas de cultivos de coca que representa
un incremento del 17% (25.000 ha) con respecto a 2016 y el máximo histórico en
el área sembrada. Se estima que a nivel nacional 119.500 familias están
involucradas en el cultivo de hoja de coca.
En materia de cultivos ilícitos, se ha emprendido una lucha decidida
para su inmediata reducción, dadas las preocupantes cifras encontradas. o A
finales de 2017, se identificaron alrededor de 79.000 hectáreas de hoja de coca
en resguardos indígenas, consejos comunitarios, parques nacionales y reservas forestales.
o También existe afectación en zonas de interés estratégico (por ejemplo,
fronteras terrestres) y en localidades donde antes no ha habido intervención. o
Para alcanzar el potencial de exportación de clorhidrato de cocaína se
necesitan aproximadamente 7.461 carrotanques de 65 metros cúbicos cada uno,
para transportar las sustancias químicas líquidas utilizadas en el proceso. En
cuanto a las sustancias químicas sólidas se necesitan 1.884 tractocamiones de
52 toneladas para transportar este tipo de sustancias químicas. o Las
sustancias químicas son desviadas, ingresadas al país por contrabando o
producidas de manera clandestina. o En el procesamiento de la hoja de coca se
utilizan grandes cantidades de gasolina, entre otros componentes, que posteriormente
se desechan en las fuentes hídricas, afectando gravemente el medio ambiente.
Para combatir la oferta la política incluye estrategias que abordan de
manera integral el mercado de sustancias químicas, mediante su control en la
importación, venta y uso en el territorio nacional y en puertos de entrada. Por
primera vez la DIAN hará parte de esta lucha. En este mismo sentido, a nivel
internacional, se promueve un marco de corresponsabilidad con los países
productores de estas sustancias, con el fin de fortalecer los mecanismos de
control y el intercambio de información estratégica a través de canales de
cooperación bilateral y regional.
Se incrementaron los Grupos Móviles de Erradicación, con lo cual entre
agosto y octubre se erradicaron forzosamente 17.968 hectáreas de hoja de coca.
También se disminuyeron 4.000 hectáreas bajo el esquema de erradicación
voluntaria durante los meses de agosto y septiembre.
Además de las estrategias de erradicación tradicionales, la Política
Integral Contra las Drogas promueve la investigación, creación y desarrollo de
nuevos mecanismos para la reducción de la oferta de drogas, incorporando
estrategias de I+D (modificaciones genéticas, alteración de moléculas, etc.).
4 El estado cuenta con una gran experiencia acumulada en la lucha contra
las drogas, sin embargo tenemos grandes retos en materia de coordinación y
trabajo en equipo que consideramos se superan con la Política propuesta.
Es una Política que fortalece el trabajo en equipo, además integra a las
entidades territoriales, a través del trabajo que se viene realizando con los
Consejos Seccionales de Estupefacientes de los 32 departamentos del país y el
Distrito Capital de Bogotá.
3. Desarticular las organizaciones criminales
El crimen organizado en Colombia se ha transformado y su caracterización
se ubica en tres tipos A, B y C. o Organizaciones tipo A, ejercen control
territorial en áreas rurales e influencia urbana a través de redes de crimen
para sus negocios ilícitos, tienen incidencia nacional con alcance transnacional,
fundamentada en el tráfico de drogas ilícitas, se han identificado 3 Grupos
Armados Organizados - GAO: Clan del Golfo, Los Pelusos y Los Puntilleros o
Organizaciones tipo B, tienen incidencia a nivel regional y/o local, poseen
capacidad de intimidación a través de la “práctica de violencia” instrumental,
de estas organizaciones se han priorizado 23 para la operación policial. o
Organizaciones tipo C, son grupos de Delincuencia Común Organizada con impacto
local en la seguridad y convivencia ciudadana, se han identificado más de 300 a
nivel nacional.
La desarticulación de organizaciones criminales es una prioridad y por
eso se enlaza con esta política para afectar el negocio del narcotráfico de
esas organizaciones que están operando bajo esquemas de redes que van desde el
microtráfico hasta el crimen trasnacional.
Se fortalecerán los mecanismos de extradición con especial énfasis en
los cabecillas de estas organizaciones y los principales actores del
narcotráfico. Es una Política con estrategias diferenciadas para desarticular
organizaciones criminales que están generando entornos violentos con afectación
constante a la población.
4. Afectar las economías y rentas del crimen organizado
En 2016 el valor de ingresos del narcotráfico fue aproximadamente del 2%
del PIB del país. Para 2017, el valor del capital acumulado con los ingresos
generados por el narcotráfico representó el 5% del PIB del país, por encima de
sectores como el café que participan con el 1% del PIB.
La industria del narcotráfico no solo genera considerables rentas para
sus integrantes sino fuertes patrimonios de ilegalidad.
Uno de los aspectos novedosos de la Política Integral contra las Drogas,
es sin duda que uno de los pilares está dedicado exclusivamente a la afectación
de las finanzas ilícitas, con estrategias para contrarrestar la amenaza del
lavado de activos y delitos fuente, lo cual constituye un avance importante
para el Sistema Antilavado y contra la Financiación del Terrorismo del país, al
contar con lineamientos específicos de lucha contra estos fenómenos, enmarcados
en una estrategia integral de lucha contra el tráfico de drogas.
La acción de extinción de dominio se fortalecerá para quitarles los
bienes a los criminales, y que esto permita generar recursos para combatir la
criminalidad y hacer más fuerte nuestro aparato de justicia.
5. Transformar los territorios en el tránsito hacia las economías
lícitas
Los municipios con afectación de cultivos ilícitos registran un índice
de pobreza multidimensional rural de 54.7%, un 15% mayor al promedio registrado
por los municipios no productores de coca.
También existe una brecha en las necesidades básicas insatisfechas (NBI)
del 22% entre las cabeceras municipales y las zonas rurales de los municipios
afectados por coca.
Esta política descansa sobre un pilar fundamental y es la transformación
del territorio; para crear oportunidades de desarrollo, en un tránsito hacia la
legalidad y las economías lícitas.
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