GESTIÓN
DE CALIDAD
ATENCIÓN AL CIUDADANO
MANUAL
ATRIBUTOS
DEL BUEN SERVICIO:
Un servicio de calidad
debe cumplir con atributos relacionados con la expectativa del usuario respecto
de la forma en que espera sea atendido por el servidor y estos son como mínimo,
los siguientes:
-Respetuoso: Los seres
humanos esperan ser reconocidos y valorados sin que se desconozcan
diferencias.
-Amable: El trato debe
ser cortés pero también sincero.
-Confiable: En la
medida que sea conforme con lo previsto en las normas.
-Empático: El servidor
percibe lo que el usuario siente y se pone en su lugar.
-Incluyente: Servicio
de calidad para todos los usuarios sin distingos, ni discriminaciones.
-Oportuno: Debe
brindarse en el momento adecuado, cumpliendo los términos acordados con el
usuario.
- Efectivo: Debe
resolver lo solicitado.
El buen servicio va más
allá de la simple respuesta a la solicitud del ciudadano: debe satisfacer a
quien lo recibe; es necesario comprender las necesidades de los usuarios y dar
la información de una manera oportuna, clara y completa. Respuestas como “No
sé…”, “Vuelva mañana” o “Eso no me toca a mí…” son vistas por el ciudadano como
un mal servicio.
El Servidor debe
informarse sobre los formatos para la atención de las peticiones, conocer
plenamente el portafolio de servicios, seguir los procedimientos establecidos
para dar trámite y subsanar cualquier eventualidad.
Actitud
Según la Real Academia
Española, la actitud es la disposición de ánimo de una persona, expresada
mediante diferentes formas como la postura corporal, el tono de voz o los
gestos.
En razón a que el
servicio tiene relación con la postura corporal, los servidores públicos que
atienden a los ciudadanos además de tener una actitud de servicio, deben
siempre estar en perfecta posición con una alineación corporal adecuada de la
columna vertebral, es decir erguido y con la espala recta.
De otra parte, debe
tener disposición de escuchar al otro, ponerse en su lugar y entender sus
necesidades y peticiones; no se trata tanto de pensar en el ciudadano sino como
el ciudadano, ser conscientes de que cada persona tiene una visión y unas
necesidades diferentes, que exigen un trato personalizado.
Por ello, el servidor
público debe:
-Anticipar y satisfacer
las necesidades del ciudadano.
-Escucharlo y evitar
interrumpirlo mientras habla.
-Ir siempre un paso más
allá de lo esperado en la atención.
-Comprometerse
únicamente con lo que pueda cumplir.
-Ser creativo para dar
al ciudadano una experiencia de buen servicio.
El ciudadano se llevará
una buena impresión si el servidor entiende sus problemas, lo atiende con
calidez y agilidad y lo orienta en forma respetuosa, clara y precisa.
Por el contrario, si el
servidor trata al ciudadano de una manera desinteresada, lo hace esperar
innecesariamente o sin ofrecer una explicación por las demoras y no tiene el
conocimiento necesario para atender su solicitud, se llevará una imagen
negativa del servicio prestado, del servidor y de la Entidad.
Por supuesto, aunque el
buen servicio sea la regla, si un usuario es grosero o violento, también es
obligatorio exigirle respeto de manera cortés. Si el ciudadano persiste en su
actitud, el servidor debe llamar a su jefe inmediato para que le ayude en el
manejo de la situación.
Con el objeto de
verificar el desempeño de este atributo del buen servicio por parte del
servidor, la entidad solicitará al ciudadano la evaluación del mismo a través
de las encuestas de satisfacción establecidas para el efecto.
Lenguaje:
Entendido como la
capacidad de los seres humanos para comunicarse por medio de signos
lingüísticos, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones
-El lenguaje para
hablar con los ciudadanos debe ser respetuoso, claro y sencillo; frases
corteses como:
“con mucho gusto, ¿en
qué le puedo ayudar?” siempre son bien recibidas.
-Evitar el uso de
jergas, tecnicismos y abreviaturas. En caso de tener que utilizar una sigla
siempre debe aclararse su significado.
-Llamar al ciudadano
por el nombre que él utiliza, no importa si es distinto al que figura en la cédula
de ciudadanía o al que aparece en la base de datos de la entidad.
-Evitar tutear al
ciudadano al igual que utilizar términos como “Mi amor”, “Corazón”, etc.
-Para dirigirse al
ciudadano encabezar la frase con “Señor” o “Señora”.
-Evitar respuestas cortantes
del tipo “Sí”, “No”, ya que se pueden interpretar como frías y de afán.
Respuesta
negativa a solicitudes
En ocasiones el
ciudadano recibe respuesta que no espera. En estos eventos, se deben dar todas
las explicaciones necesarias para que el ciudadano comprenda la razón. Para
ayudar a que la negativa sea mejor recibida, se recomienda:
-Explicar con claridad
y sin tecnicismos los motivos por los que no se puede acceder a la solicitud.
-Dar alternativas que,
aunque no sean exactamente lo que el ciudadano quiere, ayuden a solucionar
aceptablemente la petición y le muestren que él es importante y que la
intención es prestarle un servicio de calidad a pesar de las limitaciones.
-Asegurarse de que el
ciudadano entendió la respuesta, los motivos que la sustentan y los pasos por
seguir, si los hay.
Atención
a personas alteradas
Cuando se atiende
público pueden presentarse casos en que llegan a la Entidad ciudadanos
inconformes, ofuscados, o furiosos, a veces por desinformación o por que la
respuesta no es la esperada, casos en los que se recomienda mantener una
actitud amigable y mirar al interlocutor a los ojos; no mostrarse agresivo
verbalmente ni con los gestos ni con la postura corporal.
Para solventar este
tipo de situaciones, se debe:
-Dejar que el ciudadano
se desahogue, escucharlo atentamente, no interrumpirlo ni entablar una
discusión con él.
-Evitar calificar su
estado de ánimo, y no pedirle que se calme.
-No tomar la situación
como algo personal: la ciudadanía se queja de un servicio, no de la persona.
-Si el mismo problema
ocurre con otro ciudadano, informar al jefe inmediato para dar una solución de
fondo.
-No perder el control;
si el servidor conserva la calma es probable que el ciudadano también se calme.
-Cuidar el tono de la
voz: muchas veces no cuenta tanto qué se dice, sino cómo se dice.
-Usar frases como “lo
comprendo”, “qué pena”, “claro que sí”, que demuestran consciencia de la causa
y el malestar del ciudadano.
-Dar alternativas de
solución, si es que las hay, y comprometerse sólo con lo que se pueda cumplir.
Atención
de reclamos
El Grupo de Atención al
Ciudadano es el encargado de recibir las quejas y los reclamos que ingresen a
la entidad, por lo tanto, si algún servidor del Departamento tiene conocimiento
que un usuario desea interponer una queja o reclamo debe informarle que es el
Grupo de Atención al Ciudadano el responsable de dicho trámite.
Para la atención de
reclamos se debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
-Escuchar con atención
y sin interrumpir al ciudadano.
-Formular todas las
preguntas que sean necesarias para tener una comprensión exacta del problema y
de lo que el usuario está solicitando.
-Explicar en primera
instancia lo que puede hacer y luego dejar claro, de manera tranquila, aquello
que no puede hacer.
-Poner de inmediato en
ejecución la solución ofrecida.
-Tener en cuenta los
tiempos establecidos para responder, especialmente, en caso de que el usuario
haya interpuesto un derecho de petición.
-Si es posible,
contactar posteriormente al usuario para saber si quedó satisfecho con la
solución.
-Radicar de manera
inmediata la queja o reclamo en el evento de que la misma sea presentada en
forma escrita.
Recomendaciones
generales
-Presentación personal:
la presentación personal influye en la percepción que tendrá el ciudadano
respecto al servidor público y a la Entidad. La identificación del servidor
debe estar visible.
-Comportamiento: comer
en el puesto de trabajo, masticar chicle, realizar actividades como maquillarse
o arreglarse las uñas frente al ciudadano; o hablar por celular o chatear o
interactuar con sus compañeros (si no es necesario para completar la atención
solicitada), indispone al ciudadano, le hace percibir que sus necesidades no
son importantes.
-La expresividad en el
rostro: La expresión fácil es relevante, al mirar al interlocutor a los ojos se
demuestra interés. El lenguaje gestual y corporal debe ser acorde con el trato
verbal, es decir, educado y cortés.
-La voz y el lenguaje:
el lenguaje y el tono de voz refuerzan lo que se está diciendo. Es necesario
adaptar la modulación
de la voz a las diferentes situaciones y vocalizar de manera clara para que la
información sea comprensible.
-La postura: la postura
adoptada mientras se atiende al ciudadano refleja lo que se siente y piensa; es
aconsejable mantener la columna erguida, el cuello y los hombros relajados, y
evitar las posturas rígidas o forzadas.
-El puesto de trabajo:
el cuidado y apariencia del puesto de trabajo tienen un impacto inmediato en la
percepción del ciudadano; si está sucio, desordenado y lleno de elementos
ajenos a la labor, dará una sensación de desorden y descuido.
-Al llegar el ciudadano
al puesto de trabajo, salúdelo de inmediato, de manera amable y sin esperar a
que sea él quien salude primero.
-En caso de dejar el
puesto de trabajo por un corto periodo de tiempo, asegúrese de que algún
compañero supla la ausencia.
Desarrollo
de la atención
Contacto
inicial
-Saludar con una
sonrisa, haciendo contacto visual y manifestando con la expresión de su rostro
la disposición para servir: “Buenos días/tardes”, “Bienvenido a Función
Pública”, “Mi nombre es (nombre y apellido...), ¿en qué le puedo servir?”.
-Preguntarle al
ciudadano su nombre y usarlo para dirigirse a él, anteponiendo “Señor” o
“Señora”.
-No dirigirse al
ciudadano en tercera persona. (no tutear)
-Importante contar con
agua y café disponibles para el ciudadano.
-Durante la atención
-Dedicarse en forma
exclusiva al ciudadano que están atendiendo y escucharlo con atención.
-Verificar que
entienden la necesidad con frases como: “Entiendo que usted requiere…”.
-Responder a las
preguntas del ciudadano y darle toda la información que requiera de forma clara
y precisa.
Retiro del puesto de trabajo
Si el servidor público
tiene que retirarse del puesto de trabajo, antes debe dirigirse al ciudadano
para:
-Explicarle por qué
debe hacerlo y ofrecerle un cálculo aproximado del tiempo que tendrá que
esperar.
-Pedirle permiso antes
de retirarse y esperar la respuesta.
-Al regresar, decirle:
“Gracias por esperar”.
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