MENTALIDAD
DE PLATANAL
VIAJE
AL PENSAMIENTO POLITICO DEL ARAUCANO
Debo
confesar que me dí a la tarea de realizar el presente artículo motivado por las
constantes y porque no recalcitrantes publicaciones de algunos seguidores en
mis redes sociales sobre sus políticos, más a sabiendas que los mismos están
seriamente cuestionados (judicialmente) por su gestión pública, casos sonados
de corrupción y politiquería; pero dicho
cuestionamiento me condujo inexorablemente a otro y es porque los pueblos suelen adorar a sus criminales, exhibirlos y
honrarlos con orgullo como son los narcotraficantes, las respuestas espero
encontrarlas en las sociología, las ciencia políticas, la psicología social, no
sé. Pero debe existir alguna explicación para la mentalidad de Platanal, un
viaje al pensamiento Político del Araucano.
Sea
primero indicar que el realismo mágico está contenido en todo la extrapolación
de acontecimientos que voy hacer en este artículo; porque eso sí Arauca
pertenece a la república banana, la misma en donde hace poco en santa marta un
pueblo asistía al sepelio del narco “Chucho Mercancia” porque entre las
criminales sean pues más sensación causan en las multitudes.
Y
QUE NOS DICE LA GEOPOLÌTICA?
Cuando
hablamos del hombre llanero inmediatamente se nos viene a la mente la imagen
del hombre vaquero tradicional de hato, coleo y ordeño, pero en los llanos del
Arauca también coexisten entre otros, indígenas, llaneros citadinos y colonos.
Arauca
pertenece a la región de la Orinoquia según fuentes consultadas su territorio
ocupa una superficie de 23.818 km², predominantemente compuesta por llanuras,
lo que representa el 2.1% del territorio nacional. El territorio está dividido
en tres regiones fisiográficas: la primera la constituye la parte montañosa
este de la cordillera Oriental, el piedemonte llanero y la llanura aluvial del
Orinoco.
La
cordillera Oriental se ubica al occidente de Arauca, abarcando una quinta parte
de la superficie departamental, comprendiendo elevaciones desde los 500 m en el
piedemonte hasta los 5.380 m en la Sierra Nevada del Cocuy; se caracteriza por
las altas montañas, páramos cubiertos por pajonales y frailejones, pendientes
abruptas, fuertemente disectadas y vertientes bajas con bosque subandino. El
piedemonte está conformada por abanicos aluviales y terrazas de relieve plano a
inclinado, cubierta por vegetación de sabana y bosque tropical. Finalmente la
llanura aluvial se extiende desde el piedemonte hasta los límites con la
República de Venezuela, el modelado es de terrazas y llanuras aluviales de
desborde cubierta por vegetación de sabana inundable y por bosque de galería.
Los
factores principales que determinan el comportamiento climático de Arauca son
los vientos alisios del noreste y del sureste, el desplazamiento de la Zona de
Convergencia Intertropical (ZCIT) y la cordillera Oriental. El régimen de
lluvias es básicamente monomodal, con una temporada de lluvias que comprende
los meses de marzo a noviembre. En Arauca se encuentran los pisos térmicos cálido,
templado, frío y nival.
Desde
luego que el clima influye notoriamente en las costumbres de sus habitantes, así
como la misma alimentación y formas de vestir yd e comportarse, las personas de
tierra fría suelen ser más reservadas y más premeditadas, mientras que los
pueblos de tierra cálida o caliente, la gente es más despreocupada, visten
ligeramente, y son más desconfiados.
EL
CLIMA Y LA FORMACIÓN DE LA CULTURA
El
clima tiene un enorme impacto en nuestra comida, en la energía que utilizamos,
en el trabajo que realizamos, en cómo nos movemos al trabajo y en la manera en
que utilizamos nuestro tiempo libre. Puede hasta afectar nuestra salud, desde
alergias y quemaduras de sol, hasta enfermedades respiratorias.
Fischer
dice que, para la concepción sociológica, la cultura se define como el progreso
intelectual y social del hombre en general, de las colectividades, de la
humanidad. En general, se usa el concepto de cultura en su acepción sociológica, cuando
el hablante se refiere a la suma de conocimientos compartidos por una sociedad,
y que utiliza en forma práctica o guarda en la mente de sus intelectuales. Es
decir, al total de conocimientos que posee acerca del mundo o del universo,
incluyendo todas las artes, las ciencias exactas (matemáticas, física, química,
etc.); las ciencias humanas (economía, psicología, sociología, antropología,
etc.), y filosofía.
Desde
luego que sí, la cultura del Araucano, independientemente de las influencias de
la colonización está marcada por el padrinazgo, por el señorío y por el
servicio, en extensas tierras donde el ganado y la producción agrícola son la
única fuente de subsistencia, de ahí el pensamiento campesino, en sostener que
la forma de sobrevivir en estas tierras abanandonadas pro el estado es a través
de los dueños, los patrones, hombre poderosos y gamonales.
El
concepto sociológico de cultura tiene una fuerte connotación con la apreciación
del presente, pensando en el desarrollo o progreso futuro de la sociedad, para
alcanzar aquello que llamamos el patrimonio cultural de la humanidad o,
simplemente, la cultura universal. Es en este sentido que debe entenderse la
expresión desarrollar
la cultura de un país, implicando desarrollar y
ampliar el conocimiento nacional de lo que el hombre (universal) ha sido capaz
de desarrollar hasta hoy.
Entonces
a partir de estos antecedentes se va formando el pensamiento político de una
región…
El
pensamiento político como todo pensamiento es una capacidad humana, y en este
caso exclusiva de este animal racional, al que además Aristóteles calificó de
animal político, portador de ciertas habilidades del pensamiento como la de
percibir el bien y el mal, distinguirlos, formar ideas, y expresarlas
lingüísticamente.
Eso
es en esencia el pensamiento político, el del hombre que vive en sociedad,
conformada en un Estado, y busca para él, la mejor forma de gobierno y
administración para lograr el bien común.
El
pensamiento político es un pensamiento de medios y de fines, de estrategias, de
críticas fundadas, que se ejerce por parte de quien detenta el poder, para
encaminar su actuación a los fines previstos; y por parte de quienes son
oposición para controlar que no se desvíe en su propósito.
Pero
más que el pensamiento político del Araucano, es la personalidad política del
araucano, personalidad marcada en una absoluta dependencia a sus gamonales o
caciques, pues la presencia del estado como ya lo he repetido es ineficiente, y
la única alternativa que no queda es depender del señor, del patrón, que él
tome las decisiones, no nos interesa como haya logrado el poder, como haya
llegado, como ejerza su dominio, nos importa que nos proteja y seguramente nos
garantice la permanente y la seguridad.
El
pensamiento político del Araucano es un pensamiento obtuso, con una distorsión
cognitiva de su presente y su futuro, empobrecedor, con una mentalidad de
galantería hacia sus señores feudales, agradar y quedar bien, la de aplaudir y
celebrar, no cabe la oportunidad de cuestionar;
El que medite pierde, un mínimo susurro de duda ya debe ser rechazado o
acallado, porque estamos es para venerar a nuestros patrones, porque recuerden
Arauca es la granja fronteriza, aquí solo abunda, plátano, yuca, indio y mucho
cacique.
Y
QUE DE LA CULTURA POLÍTICA DEL PLATANAL…
Quienes
me han leído, pocos pero lo han hecho saben que siempre intento fundamentar mis
opiniones y mis juicios, pues ahora me detendré a definir el concepto de
cultura política desde las ciencias políticas, de las que tanto hablo en redes
sociales, por cultura política se entiende el conjunto de conocimientos,
evaluaciones y actitudes que una población determinada manifiesta frente a
diversos aspectos de la vida política y el sistema político en el que se
inserta. Abarca tanto los ideales políticos como las normas operativas de un
gobierno, y es el producto tanto de la historia de un sistema político como de
las historias de los miembros del mismo.
Y
conforme a los que hasta aquí hemos visto es claro que dichos factores inciden
en el ideal político en la mentalidad de platanal, y es que lo único que
esperamos a apoyar a nuestro “pollo”, a nuestro “gallo”, a nuestro “patrón”, el
gran barón electoral, dueño no solo de propiedades materiales, sino de toda la
maquinaria política de la granja fronteriza; sus peones por estos días lanzan
toda clase de publicidad para sus señores con el fin de alzarse una vez más con
el poder político que siempre han tenido.
La
cultura política del platanal es la de apoyar una y otra vez a sus amigos, la
de sus parientes, sus familiares, primos, aquí el discurso de la corrupción no
encaja, aquí no prospera, porque aunque cansados del fenómeno y estar a las
puertas del aniquilamiento de la región, insistimos una y otra vez en apoyar a
nuestros más grandes victimarios, porque ellos son los de la plata, los del
poder económico, los del poder político, son buenas personas, bandidos pero
buenas personas.
Algunos
expertos en ciencias sociales clasifican los objetos hacia los cuales se dirige
la orientación política del individuo en cuatro categorías:
El
sistema en su conjunto, incluyendo sentimientos generales tales como el
patriotismo o el desprecio por lo propio, los conocimientos y valoraciones de
una nación (como grande/pequeña, o fuerte/débil) y de un sistema político (como
socialista, democrático, constitucional, etc.)
Los
elementos de entrada del sistema político, relacionados con el proceso
político, esto es la corriente de demandas que va de la sociedad al sistema y
la conversión de dichas demandas en principios gubernativos de autoridad,
mediadas por instituciones como los partidos políticos, los grupos de interés y
los medios de comunicación.
Los
elementos de salida del sistema político, relacionados con el proceso
administrativo, que es aquel mediante el cual son aplicados o impuestos los
principios de autoridad del gobierno, a través de estructuras como las
burocracias y los tribunales de justicia.
Orientaciones
hacia “uno mismo”, en tanto elemento político activo, y el contenido y la
cualidad del sentido de competencia personal confrontado con el sistema
político.
La
cultura política se constituye por la frecuencia de diferentes especies de
orientaciones cognitivas, afectivas y evaluativas hacia el sistema político en
general, sus aspectos políticos y administrativos y la propia persona como
miembro activo de la política.
Pero
sostener que la sociedad araucana es una sociedad eminentemente corrupta, es
una exageración desde luego, pero hay aspectos de la cultura política que nos
dejan ver que ese abandono estatal muchas veces sus habitantes han tenido que
someterse a las más odiosas transacciones con sus gamonales con tal de afianzar
sus intereses, trabajo, ejemplo, educación, carro, beca o educación, necesito
que el patrón me de contrato porque si no me muero de hambre.
Ahora
los valores…
Vemos
que nos dice la sociología respeto de los valores, pues hay unos que son los
sociales definidos como un conjunto de valores reconocidos como parte del
comportamiento social que se espera de las personas que forman parte de la
comunidad y por otro lado están los valores culturales que están constituidos
por creencias, actividades, relaciones que permiten a los miembros de la sociedad
expresarse y relacionarse.
Ahora
bien el asunto de los valores se torna más complejo en la sociedad colombiana y
más aun en la Araucana, en donde los individuos desarrollan hábitos y actúan de
acuerdo a unos valores establecidos como propósitos sociales, pero los mismos están
condicionados a la puesta en marcha de otros valores y de ahí surge el siguiente
ejemplo: El Hijo de un alcalde desempleado, es profesional, es trabajador,
igual necesita de un a oportunidad, entonces se debe hacer toda clase de
argucias legales para que este pueda alzarse con ese trabajo; pero observemos
otro caso, el de una madre que es secretaria de una entidad pública, la cual
saca adelante a sus tres hijos, tiene necesariamente que apoyar y respaldar a
su barón electoral, el que quizá la coloco allí laboralmente, porque tiene ese
valor de responsabilidad y de sacar adelante a su familia, luego no podemos
como ya lo dije anteriormente, que la sociedad Araucana sea eminentemente
corrupta, es un despropósito decirlo.
Al
llanero le distingue admirables valores, son aguerridos, luchadores,
trabajadores, honestos, sinceros, comprometidos con su misión de vida, pero las
escasas condiciones de vida que actualmente vive el departamento de Arauca, el
subdesarrollo, el abandono mismo de una región , pues hace que estos valores
cedan ante la necesidad de otros valores, y no importa si la manera de
adecuarlos no resulten razonablemente justos.
Y
DE LA REPÚBLICA BANANA?
Fue
William Sydney Porter escritor estadounidense que falleció en el año de 1910, más
conocido como O. Henry, quien inspirado por las bananas centroamericanas creó
el término “Republica bananera” y es que dicho termino es peyorativo, porque se
hace para considerar a un país como un lugar políticamente inestable políticamente,
empobrecido, atrasado, corrupto y cuya economía depende de unos pocos productos
de valor agregado simbolizado por las bananas.
Así
que el platanal o la granja no es más que un territorio más de esta república
banana, en donde sus pobladores no tiene otra opción de vida que sobrevir con
los que sus señores feudales les puedan brindar, en donde la inseguridad y la
violencia por décadas han aplastado el ímpetu connatural del llanero resguardándose
en la complacencia de ver acabado el planatal, pero con la confianza de que se
le garantiza siempre el mínimo sustento de vida.
AHORA
UN POCO DE PSICOLOGÍA SOCIAL….LA ACTITUD POLÍTICA.
Quiero
detenerme ahora en la Psicología social para poder definir la actitud política,
y es que este forma parte de un tríptico mentalidad (que es el conjunto de
disposiciones intelectuales y afectivas básicas de un individuo); actitud ( que
es el contenido de una mentalidad respecto de un determinado orden de asuntos)
y comportamiento ( que es la respuesta considerable de un individuo ante una situación
concreta); una vez tenemos estos tres conceptos es claro que la actitud política
es una continua disposición que condiciona las reacciones ante las situaciones políticas
y que se manifiesta de diferentes maneras digamos frente a la corrupción ( obediencia,
aceptación, tolerancia o rechazo) frente a la politiquería ( indiferencia o
cuestionamiento) .
Un
estudio del centro de investigación estadounidense Pew (en inglés, Pew Research
Center), un ‘tanque de pensamiento’ (think tank) con sede en Washington, que
brinda información sobre problemáticas, actitudes y tendencias que caracterizan
a los Estados Unidos y el mundo, revela que Colombia encabeza la lista de
países emergentes cuya población viven más desencantada con la política. En
efecto, el 75% de los encuestados aseguró no estar satisfecho con el actual
sistema político, frente a un 24% que dijo que sí lo está.
El
desprestigio de la política en el país no es de ahora, viene desde hace rato.
Para la muestra un botón: de acuerdo con el noveno estudio del Barómetro de las
Américas, Colombia aparece con un promedio de confianza hacia los partidos
políticos de 31 puntos.
Sin
embargo, a pesar de la apatía por la política un estudio del Ministerio del
Interior, la Universidad de los Andes y el Barómetro de las Américas muestra
que a la juventud en el país sí les interesa la política y mucho, y que
participan, pero no a través de partidos o votaciones. Lo hacen por causas
democráticas y a través de las redes sociales. Una mayoría tiende a
identificarse con la izquierda.
En
Arauca la actitud hacia los fenómenos políticos, es en principio de
desconfianza, de desánimo, desesperanzador, en donde una clase de personas se
resisten abandonar el clásico fenómeno populista electoral de los gamonales de
pueblo, la de inundar ahora a través de redes sociales de toda clase de
publicidad a favor de sus barones electorales con el único fi9n no desdeñable
de lograr un beneficio.
La
actitud político dentro de la mentalidad de platanal es silenciosa, acallada y
comprensiblemente acallada porque hay desconfianza en las instituciones, parece
que todo está perdido, los grandes dirigentes políticos de la región son
investigados por corrupción, pero terminan inmunes, y listos para continuar
ejerciendo el poder, para que gritar, para que protestar si siempre ganan los
mismo,
La
actitud política de los araucanos tiene una alta dosis de complicidad y además de
sumisión frente a sus barones electorales, en donde la deficiente educación de
la región alimenta este fenómeno, en donde pensar es el camino equivocado.
Y ya
para terminar…
Quiero
con este artículo, que sé que muy pocos leen, que aquí no mencioné personaje político
alguno, porque este no era el propósito, se trata más bien de abordar algunos
aspectos o elementos para hacer la tarea de reconocernos a nosotros mismos,
como pensamos, como actuamos y porque somos así; porque yo también soy de la
granja, orgullosamente del platanal, y este escrito debía intentar resolver el
cuestionamiento que me hice, luego de ver las recalcitrantes publicaciones de algunos
afamados personajes de mi Arauca, en donde se ufanan de apoyar a sus señores
feudales, cuestionados política y judicialmente, y por qué seguimos eligiendo a
los mismos y porque el Planatal caminara rumbo al despeñadero.
Ahora,
no estoy en contra ni a favor de ningún dirigente político de la región, pues
considero que en el desarrollo de la administración publica se pueden cometer
errores, y que muchas veces el que un funcionario sea investigado por corrupción
no significa de plano que sea lo peor y que tengamos sacrificarlo; más bien me
detengo a observar el panorama de la región como se ve Arauca actualmente, resultado que por supuesto da cuenta que aquí las cosas se han hecho
mal, con aspectos positivos, pero que desde el punto de vista político son
condenables.
Quiero
agradecer en la elaboración del presente artículo el valioso libro de Josep
H. Fisher, Sociología, así mismo el libro de psicología social “Comportamiento
colectivo y movimientos sociales” (Esteve Espelt, Federico Javaloy y Álvaro
Rodríguez), así como también al Diccionario de Ciencia Política de Andrés Serra
Rojas, y algunos ensayos de Geopolítica y Wikipedia respecto de elementos de Geografía
y Climas.
Escrito
por:
Omar
Colmenares Trujillo