viernes, 1 de junio de 2018

DERECHA E IZQUIERDA



DERECHA E IZQUIERDA

NORBERTO BOBBIO

(PONENCIA)




Es un Honor para mí, presentarles en esta oportunidad, a uno de los autores más influyentes de la filosofía del Derecho; Norberto Bobbio; Pero permítanme por esta vez, referirme a uno de sus grandes aportes a la teoría política; derecha Izquierda, Razones y significados de una distinción política; obra poca examinada en las facultades de ciencias jurídicas, pero que hoy cobra tanta vigencia ante la coyuntura latinoamericana.

Para empezar me parece conveniente describir el contexto histórico de esta grandiosa obra y su autor Norberto Bobbio un italiano que nació antes  de la primera guerra mundial y cumplió ochenta años pocos días antes de la caída del muro de Berlín. Los años de formación de Bobbio coinciden con el fascismo de Mussolini, razones suficientes para considerar seriamente sus ideas políticas.

Fruto de estos acontecimientos Norberto Bobbio plantea ante toda su obra política, varios aspectos que son interesantes, desconfianza hacia la política demasiado ideologizada, defensor del gobierno de las leyes, elogió a la democracia, defensor a ultranza de una política laica y su férrea admiración por el sistema político inglés.

Podría afirmar que Norberto Bobbio fue un hombre de izquierda, aunque es curioso, ya que su obra intenta desmantelar quizá el mito de una izquierda buena y una derecha malvada.
Bobbio también nos presenta desde la ética social y política, su admiración por los valores fundamentales como la Tolerancia,  libertad, pluralismo, la no violencia, la paz, la fraternidad y especialmente la igualdad.

Su texto Derecha izquierda reconoce el fracaso del comunismo histórico, aunque el desafío permanece, nos presenta a sí mismo una diada, que ha permanecido desde al menos dos siglos y que designa el contraste de las ideologías, de dos movimientos en la que está dividido el universo.

Frente al fascismo y al nazismo hubo que comportarse como extremistas, escogiendo entre resignarse y resistir, y no dudo que fueron los extremistas entonces los que llevaron razón. Pero en una sociedad democrática, pluralista, donde existen varios grupos en libre competición, con reglas del juego que deben ser respetadas. Mi convicción es que tienen mayor posibilidad de éxito los moderadosguste o no guste, las democracias suelen favorecer a los moderados y castigan a los extremistas.

“…Quien quiere hacer política día a día debe adaptarse a la regla principal de la democracia, la de moderar los tonos cuando ello es necesario para obtener un fin, el llegar a pactos con el adversario, el aceptar, el compromiso cuando este no sea humillante y cuando es el único medio para obtener el resultado…”

LA DÍADA EXISTENTE

La díada derecha-izquierda, que ha prevalecido desde al menos dos siglos y que designa el contraste de las ideo- logias y de los movimientos en que está dividido el universo politico, Bobbio hace de abogado del diablo y establece algunas situaciones que generan dudas sobre la vigencia de la díada en cuestión. En primer lugar, la crisis de las ideologías. Si las ideologías tocasen a su final, como han expresado algunos estudiosos, la díada no tendría sentido; pero al contrario, el árbol de las ideologías está siempre reverdeciendo. Además, derecha e izquierda no significan sólo ideologías; reducirlas a la pura expresión de un pensamiento ideológico sería una injusta simplificación, pues también indican programas contrapuestos respecto a muchos problemas cuya solución pertenece habitualmente a la acción política. Se trata no sólo de ideas, sino también de intereses o valoraciones.

En segundo lugar, la síntesis de derecha y de izquierda hacia una convergencia o tercera vía. El socialismo-liberal o el liberal-socialismo y la revolución conservadora son ejemplos de un intento de conciliación de ideas contrapuestas, y por consiguiente alternativas, que la historia había señalado como incompatibles. Pero todavía no ha habido entre las terceras vías una que acerque, en la práctica política, al comunismo y al fascismo, pese a que tengan de enemigo común a la democracia.

En último  lugar citaremos la aparición de nuevos movimient05 que aparentemente no entran en la dialéctica Derecha-Izquierda. Por ejemplo, los verdes. Algunos Sociólogos los han definido corno movimientos transversales en el sentido de que parecen atravesar los campos enemigos, pasando de uno a otro. No comparte Bobbio esta opinión, que afirma que existen verdes de derechas verdes de izquierdas: se ha pasado de considerar a la naturaleza como objeto de nuevo dominio y dócil instrumento de las necesidades humanas, a la idea de la naturaleza como sujeto o como objeto de Utilización no despótica, sino incluida en los límites de la razón.


LA IGUALDAD


Para Bobbio, y ésta es la parte central de su pensamiento Político la esencia de la distinción entre la derecha y 1a izquierda, o a partir de ahora, entre las derechas las izquierdas (pues hay graduaciones en cada familia) «es la diferente actitud que las dos partes el pueblo de la derecha y el pueblo de la izquierda-_muestran sistemáticamente frente a la idea de igualdad»: aquellos que se declaran de izquierdas dan mayor importancia en su conducta moral y en su iniciativa política a lo que convierte a los hombres en iguales, o a las formas de atenuar y reducir los factores de desigualdad; los que se declaran de derechas están convencidos de que las desigualdades son un dato ineliminable, y que al fin y al cabo ni siquiera deben desear su eliminación.

«Cuando se dice que la izquierda es igualitaria y la derecha es inigualitaria no se quiere decir en absoluto que para ser de izquierdas sea necesario proclamar la máxima de que todos los hombres son iguales en todo, independientemente de cualquier otro criterio discriminatorio, porque ésta sería no sólo una visión utópica, sino peor, una proposición a la que no es posible dar un sentido razonable [.., El hecho real es éste: los hombres son entre ellos tan iguales como desiguales. Son iguales en ciertos aspectos, desiguales en otros. Queriendo poner el ejemplo más familiar: son iguales frente a la muerte porque todos son mortales, pero son desiguales frente a la manera de morir porque cada uno muere de manera distinta [...] Entre los hombres, tanto la igualdad como la desigualdad son de hecho verdaderas porque corresponden a observaciones empíricas irrefutables. Pero la aparente contradicción de las dos proposiciones los hombres son iguales, los hombres son desiguales”— depende únicamente de lo que se observa. Entonces se puede llamar correctamente igualitarios a los que, a pesar de no ignorar que los hombres son tan iguales como desiguales, dan mayor importancia, para juzgarlos y para atribuirles derechos y deberes.

Una política igualitaria se caracteriza por la tendencia a remover los obstáculos que convierten a los hombres y a las mujeres en menos iguales. Si existe un elemento caracterizador de las doctrinas y de los movimientos que se han reconocido universalmente como izquierda, este elemento es el igualitarismo, entendido éste no como la utopía de una sociedad donde todos los individuos sean iguales en todo, sino como la tendencia a convertir en más iguales a los desiguales. Esta izquierda intentó, en algunos de sus componentes (el socialismo real), la remoción de lo que durante mucho tiempo ha sido considerado el mayor obstáculo a la igualdad: la propiedad individual, el «terrible derecho». Así se llegó a lo que Bobbio ha definido como la «utopía invertida», el vuelco total experimentando por una grandiosa utopía igualitaria hasta convertirse en su contraria: «La primera vez que una utopía igualitaria ocupó la historia pasando del reino de los discursos al de las cosas, dio un vuelco para convertirse en su contraria».



MODERACIÓN Y EXTREMISMO

Norberto Bobbio siempre se consideró a sí mismo como un hombre de Izquierda Moderado. En el libro Derecha e izquierda contempla otra díada alternativa, la de extremismo versus moderación, que pertenece a un universo político diferente que la de derecha-izquierda. La díada extremismo- moderación está referida no al concepto de igualdad, sino al de libertad. El ideal de libertad, otro gran referente de la humanidad, no sirve para distinguir entre derecha e izquierda pues existen doctrinas y movimientos libertarios y autoritarios tanto a la derecha como a la izquierda. «Y existen tanto a izquierda como a derecha movimientos y doctrinas libertarios y autoritarios porque el criterio de la libertad sirve para distinguir el universo político no tanto respecto a los fines como respecto a los medios; o al método empleado para conseguir los fines», escribe el autor italiano.

Así se explica por qué revolucionarios de izquierdas y contrarrevolucionarios de derechas pueden compartir ciertos autores (George Sorel, Carl Schmitt, incluso Antonio Gramsci), no en cuanto sean de derechas o de izquierdas, sino en tanto que extremistas respectivamente de derechas y de izquierdas que, precisamente por ser así se distinguen de los moderados de derechas y de izquierdas. Sólo las alas moderadas de las dos afiliaciones son compatibles con la democracia. «Yo me considero un moderado [...] El moderado es, por naturaleza, democrático; un extremista de izquierdas y uno de derechas tienen en común el antidemocratismo [...] No es casual que tanto los extremistas de izquierda como los de derechas desprecien la democracia, incluso desde el punto de las virtudes que ella alimenta y que son imprescindibles para su supervivencia. En el lenguaje de Unos y otros democracia es sinónimo de mediocracia, entendida ésta como dominio no sólo de la clase media, Sino de los mediocres. El tema de la mediocridad democrática es típicamente fascista. Pero es un tema que encuentra su ambiente en el radicalismo revolucionario de cada color».


De la conjunción de libertad e igualdad extrae el filósofo italiano un espectro político con cuatro categorías:

La extrema izquierda: el jacobinismo. Movimientos y doctrinas a la vez igualitarias y autoritarias.
El centro izquierda: el socialismo liberal Y la socialdemocracia. Movimientos y doctrinas liberales y a la vez igualitarios
El centro derecha: partidos conservadores que 50n fieles al método democrático, pero que se detienen en la igualdad ante la ley, que implica únicamente el deber por parte del juez de aplicar las leyes de una manera   imparcial. Movimientos y doctrinas liberales y a la Vez desigualitarios.
La extrema derecha: el fascismo, el nazismo. Movimientos y doctrinas antiliberales y a la vez antiigualitarios.

Bobbio ha sido llamado un socialista liberal en la tradición de Piero Gobetti y Carlo Rosselli. Tanto en sus enseñanzas como en sus muchas obras, tales como Politica e cultura (Política y cultura, 1955), Da Hobbes a Marx (De Hobbes a Marx, 1965) y Quale socialismo? (¿Qué socialismo?, 1976), Bobbio ha analizado las ventajas y desventajas del liberalismo y del socialismo, tratando de mostrar que quienes defienden ambas ideologías basan sus actividades en el respeto al orden constitucional y en el rechazo a los métodos antidemocráticos, incluyendo, como es obvio, el análisis y la crítica a la corrupción que ha caracterizado la vida política italiana de los últimos años y el terrorismo al que se opuso con energía durante las décadas de los años 1960 y 1970.

Para terminar yo quisiera definir con una sola frase a este gran jurista y politólogo italiano que murió  en 2004, Bobbio fue el «filósofo de la democracia», en materia política tendió siempre a la defensa de tres ideales autoimplicativos y que él mismo reconoció expresamente: democracia, derechos del hombre y paz.

En este mes de filosofía Política, en el siguiente artículo hablaremos de otra de sus grandes obras el futuro de la democracia y ¿qué es Socialismo?, hasta una próxima oportunidad.

Omar colmenares Trujillo
Analista político







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