DERECHA E IZQUIERDA
NORBERTO BOBBIO
(PONENCIA)
Es un Honor para mí, presentarles en esta oportunidad, a uno de los
autores más influyentes
de la filosofía del Derecho;
Norberto Bobbio; Pero permítanme por esta vez, referirme a uno de sus grandes
aportes a la teoría
política; derecha
Izquierda, Razones y significados de una distinción política; obra poca examinada en las facultades de
ciencias jurídicas, pero que
hoy cobra tanta vigencia ante la coyuntura latinoamericana.
Para empezar me parece conveniente describir el
contexto histórico de esta grandiosa
obra y su autor Norberto Bobbio un italiano que nació antes de la primera guerra mundial y cumplió ochenta años pocos días antes de la
caída del muro de Berlín. Los años de formación de Bobbio
coinciden con el fascismo de Mussolini, razones suficientes para considerar
seriamente sus ideas políticas.
Fruto de estos acontecimientos Norberto Bobbio
plantea ante toda su obra política, varios aspectos que son interesantes,
desconfianza hacia la política
demasiado ideologizada, defensor del gobierno de las leyes, elogió a la
democracia, defensor a ultranza de una política laica y su férrea admiración por el sistema político inglés.
Podría afirmar que Norberto Bobbio fue un hombre de
izquierda, aunque es curioso, ya que su obra intenta desmantelar quizá el mito de una
izquierda buena y una derecha malvada.
Bobbio también nos presenta desde la ética social y
política, su admiración por los
valores fundamentales como la Tolerancia,
libertad, pluralismo, la no violencia, la paz, la fraternidad y
especialmente la igualdad.
Su texto Derecha izquierda reconoce el fracaso del
comunismo histórico, aunque el
desafío permanece,
nos presenta a sí
mismo una diada, que ha permanecido desde al menos dos siglos y que designa el
contraste de las ideologías,
de dos movimientos en la que está dividido el universo.
Frente al fascismo y al nazismo hubo que comportarse
como extremistas, escogiendo entre resignarse y resistir, y no dudo que fueron
los extremistas entonces los que llevaron razón. Pero en una sociedad democrática,
pluralista, donde existen varios grupos en libre competición, con reglas
del juego que deben ser respetadas. Mi convicción es que tienen mayor posibilidad de éxito los
moderados…guste o no
guste, las democracias suelen favorecer a los moderados y castigan a los extremistas.”
“…Quien quiere hacer política día a día debe
adaptarse a la regla principal de la democracia, la de moderar los tonos cuando
ello es necesario para obtener un fin, el llegar a pactos con el adversario, el
aceptar, el compromiso cuando este no sea humillante y cuando es el único medio para
obtener el resultado…”
LA DÍADA EXISTENTE
La díada derecha-izquierda, que ha prevalecido desde al
menos dos siglos y que designa el contraste de las ideo- logias y de los
movimientos en que está
dividido el universo politico, Bobbio hace de abogado del diablo y establece
algunas situaciones que generan dudas sobre la vigencia de la díada en cuestión. En primer
lugar, la crisis de las ideologías. Si las ideologías tocasen a su final, como han expresado algunos
estudiosos, la díada
no tendría sentido; pero
al contrario, el árbol
de las ideologías está siempre
reverdeciendo. Además,
derecha e izquierda no significan sólo ideologías; reducirlas a la pura expresión de un
pensamiento ideológico
sería una injusta
simplificación, pues también indican
programas contrapuestos respecto a muchos problemas cuya solución pertenece
habitualmente a la acción política. Se trata
no sólo de ideas,
sino también de intereses
o valoraciones.
En segundo lugar, la síntesis de
derecha y de izquierda hacia una convergencia o tercera vía. El
socialismo-liberal o el liberal-socialismo y la revolución conservadora
son ejemplos de un intento de conciliación de ideas contrapuestas, y por consiguiente alternativas,
que la historia había
señalado como
incompatibles. Pero todavía
no ha habido entre las terceras vías una que acerque, en la práctica política, al
comunismo y al fascismo, pese a que tengan de enemigo común a la
democracia.
En último lugar
citaremos la aparición
de nuevos movimient05 que aparentemente no entran en la dialéctica Derecha-Izquierda.
Por ejemplo, los verdes. Algunos Sociólogos los han definido corno movimientos
transversales en el sentido de que parecen atravesar los campos enemigos,
pasando de uno a otro. No comparte Bobbio esta opinión, que afirma
que existen verdes de derechas verdes de izquierdas: se ha pasado de considerar
a la naturaleza como objeto de nuevo dominio y dócil instrumento de las necesidades humanas, a la
idea de la naturaleza como sujeto o como objeto de Utilización no despótica, sino
incluida en los límites
de la razón.
LA IGUALDAD
Para Bobbio, y ésta es la parte central de su pensamiento Político la esencia
de la distinción entre la
derecha y 1a izquierda, o a partir de ahora, entre las derechas las izquierdas (pues
hay graduaciones en cada familia) «es la diferente actitud que las dos partes —el pueblo de la
derecha y el pueblo de la izquierda-_muestran sistemáticamente frente
a la idea de igualdad»:
aquellos que se declaran de izquierdas dan mayor importancia en su conducta
moral y en su iniciativa política a lo que convierte a los hombres en iguales, o
a las formas de atenuar y reducir los factores de desigualdad; los que se
declaran de derechas están
convencidos de que las desigualdades son un dato ineliminable, y que al fin y
al cabo ni siquiera deben desear su eliminación.
«Cuando se dice que la izquierda es igualitaria y la
derecha es inigualitaria no se quiere decir en absoluto que para ser de
izquierdas sea necesario proclamar la máxima de que todos los hombres son iguales en todo,
independientemente de cualquier otro criterio discriminatorio, porque ésta sería no sólo una visión utópica, sino
peor, una proposición
a la que no es posible dar un sentido razonable [.., El hecho real es éste: los
hombres son entre ellos tan iguales como desiguales. Son iguales en ciertos
aspectos, desiguales en otros. Queriendo poner el ejemplo más familiar: son
iguales frente a la muerte porque todos son mortales, pero son desiguales
frente a la manera de morir porque cada uno muere de manera distinta [...]
Entre los hombres, tanto la igualdad como la desigualdad son de hecho
verdaderas porque corresponden a observaciones empíricas
irrefutables. Pero la aparente contradicción de las dos proposiciones — “los hombres son
iguales”, “los hombres son
desiguales”— depende únicamente de lo
que se observa. Entonces se puede llamar correctamente igualitarios a los que,
a pesar de no ignorar que los hombres son tan iguales como desiguales, dan
mayor importancia, para juzgarlos y para atribuirles derechos y deberes.
Una política igualitaria se caracteriza por la tendencia a
remover los obstáculos
que convierten a los hombres y a las mujeres en menos iguales. Si existe un
elemento caracterizador de las doctrinas y de los movimientos que se han
reconocido universalmente como izquierda, este elemento es el igualitarismo,
entendido éste no como la
utopía de una
sociedad donde todos los individuos sean iguales en todo, sino como la
tendencia a convertir en más iguales a los desiguales. Esta izquierda intentó, en algunos de
sus componentes (el socialismo real), la remoción de lo que durante mucho tiempo ha sido
considerado el mayor obstáculo
a la igualdad: la propiedad individual, el «terrible derecho». Así se llegó a lo que Bobbio ha definido como la «utopía invertida», el vuelco
total experimentando por una grandiosa utopía igualitaria hasta convertirse en su contraria: «La primera vez
que una utopía igualitaria
ocupó la historia
pasando del reino de los discursos al de las cosas, dio un vuelco para convertirse
en su contraria».
MODERACIÓN Y EXTREMISMO
Norberto Bobbio siempre se consideró a sí mismo como un
hombre de Izquierda Moderado. En el libro Derecha e izquierda contempla otra díada
alternativa, la de extremismo versus moderación, que pertenece a un universo político diferente
que la de derecha-izquierda. La díada extremismo- moderación está referida no al
concepto de igualdad, sino al de libertad. El ideal de libertad, otro gran
referente de la humanidad, no sirve para distinguir entre derecha e izquierda
pues existen doctrinas y movimientos libertarios y autoritarios tanto a la
derecha como a la izquierda. «Y existen tanto a izquierda como a derecha
movimientos y doctrinas libertarios y autoritarios porque el criterio de la
libertad sirve para distinguir el universo político no tanto respecto a los fines como respecto a
los medios; o al método
empleado para conseguir los fines», escribe el autor italiano.
Así se explica por qué revolucionarios de izquierdas y
contrarrevolucionarios de derechas pueden compartir ciertos autores (George
Sorel, Carl Schmitt, incluso Antonio Gramsci), no en cuanto sean de derechas o
de izquierdas, sino en tanto que extremistas respectivamente de derechas y de
izquierdas que, precisamente por ser así se distinguen de los moderados de derechas y de
izquierdas. Sólo las alas
moderadas de las dos afiliaciones son compatibles con la democracia. «Yo me considero
un moderado [...] El moderado es, por naturaleza, democrático; un
extremista de izquierdas y uno de derechas tienen en común el
antidemocratismo [...] No es casual que tanto los extremistas de izquierda como
los de derechas desprecien la democracia, incluso desde el punto de las
virtudes que ella alimenta y que son imprescindibles para su supervivencia. En
el lenguaje de Unos y otros democracia es sinónimo de mediocracia, entendida ésta como
dominio no sólo de la clase
media, Sino de los mediocres. El tema de la mediocridad democrática es típicamente
fascista. Pero es un tema que encuentra su ambiente en el radicalismo
revolucionario de cada color».
De la conjunción de libertad e igualdad extrae el filósofo italiano
un espectro político
con cuatro categorías:
—La extrema izquierda: el jacobinismo. Movimientos y
doctrinas a la vez igualitarias y autoritarias.
—El centro izquierda: el socialismo liberal Y la
socialdemocracia. Movimientos y doctrinas liberales y a la vez igualitarios
—El centro derecha: partidos conservadores que 50n
fieles al método democrático, pero que
se detienen en la igualdad ante la ley, que implica únicamente el
deber por parte del juez de aplicar las leyes de una manera imparcial. Movimientos y doctrinas liberales
y a la Vez desigualitarios.
—La extrema derecha: el fascismo, el nazismo. Movimientos
y doctrinas antiliberales y a la vez antiigualitarios.
Bobbio ha sido llamado un socialista liberal en la
tradición de Piero
Gobetti y Carlo Rosselli. Tanto en sus
enseñanzas como en
sus muchas obras, tales como Politica e cultura (Política y cultura,
1955), Da Hobbes a Marx (De Hobbes a Marx, 1965) y Quale socialismo? (¿Qué socialismo?,
1976), Bobbio ha analizado las ventajas y desventajas del liberalismo y del
socialismo, tratando de mostrar que quienes defienden ambas ideologías basan sus
actividades en el respeto al orden constitucional y en el rechazo a los métodos
antidemocráticos,
incluyendo, como es obvio, el análisis y la crítica a la corrupción que ha caracterizado la vida política italiana
de los últimos años y el
terrorismo al que se opuso con energía durante las décadas de los años 1960 y 1970.
Para terminar yo quisiera definir con una sola frase a este gran jurista y politólogo italiano que murió en 2004, Bobbio fue el «filósofo de la democracia», en materia
política tendió siempre a la defensa de tres ideales
autoimplicativos y que él
mismo reconoció expresamente:
democracia, derechos del hombre y paz.
En este mes de filosofía Política, en el
siguiente artículo hablaremos
de otra de sus grandes obras el futuro de la democracia y ¿qué es Socialismo?,
hasta una próxima
oportunidad.
Omar colmenares Trujillo Analista político |
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