ALEXIS
DE TOCQUEVILLE
Estamos durmiendo sobre
un volcán...
Royer – Collard declaró
que Tocqueville era el Montesquieu del siglo XIX y que había escrito un nuevo espíritu
de las leyes.
André Jardín. Afirma que
Tocqueville nos presenta los gérmenes de las enfermedades que se desarrollan en
las sociedades liberales.
La mayoría de los estudiosos
de su obra, destacan su figura como expresión de un nuevo liberalismo y como uno de los
grandes precursores de la sociología política
y de las ciencias sociales en general.
Su libro al democracia
en América fue recibida como una obra
maestra de manera especial por Chateaubriand, Lamartine, Guizot, y también en el extranjero pro John Stuart
Mill y John Adams.
Como pueden darse cuenta
mi invitado en esta oportunidad es Alexis Henri Charles de Clérel, Vizconde de
Tocqueville, Nació en Verneuil-sur-Seine;, Isla de Francia el 29 de julio de
1805 y murió en Cannes el 16 de abril de 1859), perteneció a una familia tradicional
francesa aristocrática de la región de Normandía, pero a pesar de provenir del a
elite, Tocqueville nos e apegó a una visión estamental con nostalgia por los
privilegios del antiguo régimen.
Para cualquier estudioso
de las ciencias políticas es casi obligado releer a Tocqueville, además de ser
un teórico, procuró vivir según sus principios, fue sin duda un político practico,
nunca obsesionado con el poder yd e su praxis política, de esa experiencia en
la vida pública francesa de su tiempo extrajo criterios para analizar y juzgar
conductas y procesos, sin atender banalidades por lo que hace mas merito a un
simple observador de escritorio.
Pero la relectura a Tocqueville
es necesaria entre otras cosas, porque
su pensami9ento casi erróneamente ha sido visto con lentes ideológicos, sin atender a la complejidad social y política
de su época porque las revoluciones como la de 1830, le otorgaron madurez de su
pensamiento.
Así pues al vida de Tocqueville
estuvo marcado por las revoluciones, su historia busca lo medular y permanente,
buscó siempre la esencia, su historia
fue en verdad, historia política, porque
además de historiador fue político y fue precisamente esa condición de
protagonista del tiempo que va de Napoleón III; de su participación en
acontecimientos que resultan las incidencias.
Tocqueville fue en la
intelectualidad Francesa una rara
avis, y en la política de su tiempo
liberal no jacobina, con crisis de fe religiosa, pero siempre respetuoso, alérgico
a las ficciones rousseaunianas que terminaban por justificar un despotismo como
una vía para superar el despotismo; Tocqueville fue sin duda, un personaje
excepcional y un pensador cuya honradez intelectual, le llevo siempre a nadar
contra la corriente.
El pensamiento ilustrado
influyó, sin duda, en Tocqueville, en su forma de pensar y vivir, no es ajena
la weltansChauung ilustrada a las crisis religiosas que le acompaño, alejándose
de practicar su fe católica originaria hasta 1848.
Sin ser filosofo político,
partió de una antropología filosófica que podría catalogarse de realista, en el
sentido aristotélico del término, no buscaba abstracciones sino realidades.
Tocqueville se puede
resumir como un pensador, jurista, político e historiador francés, precursor de
la sociología clásica y uno de los más importantes ideólogos del liberalismo;
bisnieto del también político y ministro de Luis XVI, Guillaume-Chrétien de
Lamoignon de Malesherbes. Tocqueville es mejor conocido por su obra "La
democracia en América" que tuvo dos volúmenes (1835 el primero, 1840 el
segundo) y también por "El Antiguo Régimen y la Revolución" publicado
en 1856.
Otro de sus grandes
aportes fue convencer a sus contemporáneos de que el signo de los tiempos iba
en el sentido de la democratización, pero que la defensa de la democracia y la
libertad individual exigía medidas para impedir que degenerara en un cesarismo
populista (como el que representaba Napoleón III): división de poderes,
descentralización política y, sobre todo, fomento de la conciencia cívica de
los ciudadanos para hacerles amantes de la libertad y capaces de resistirse contra
cualquier despotismo.
No puede dejar de
señalarse, más allá de su pasión por la libertad, su profunda visión sobre la
sociedad democrática y sus proféticas afirmaciones sobre el futuro de los
Estados Unidos. Entre los temas que abordó más ampliamente, está la concepción
de democracia, un aspecto que aún hoy sigue generando desafíos e interrogantes
para las sociedades y los gobiernos: ¿En qué se funda la democracia? ¿Cómo
podemos asegurarnos que se mantenga en el tiempo con nuestro sistema político?.
Más allá de las
controversias que pueda generar, es sorprendente la perspicacia y profundidad
del diagnóstico de Tocqueville, a tal punto que su planteo mantiene hoy la
misma vigencia que tenía hace aproximadamente 180 años. Su análisis no revela
solamente nuestro pasado; describe igualmente nuestro presente, y penetra en
nuestro futuro. Está en nosotros el poder de construir la democracia y libertad
que pretendemos en nuestra sociedad. Por eso, es importante preguntarnos:
¿hasta qué punto estamos comprometidos con este proyecto, que necesita
específicamente de cada uno, y que cambiaría ampliamente varios aspectos de
nuestras vidas? Es momento ya de actuar por una sociedad democrática y libre.
Es momento de pasar de lo dicho a lo hecho.
Hasta una próxima oportunidad
Agradecimientos
Tocqueville y su Tiempo Elementos
para su Relectura.
Editorial Temis
Universidad de la
Sabana.
Jose Rodriguez
Iturbe.2015.
Omar Colmenares Trujillo Analista Politico |
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