UN
AMOR LLAMADO ADOLFO
Fue a eso del año 2011 cuando
trabajaba como asesor Jurídico en el Municipio De Caparrapi, Cundinamarca, a
unas horas de la Vega; tenía un buen trabajo, un buen salario, una vida cómoda
y tranquila cuando sentí que me hacía falta algo, el amor, quería conocer a
alguien, una pareja, no sé, alguien con la cual compartir mi vida.
Terminaban los años dorados de
todo Joven gay, por supuesto que siempre he sido un lector empedernido, pero los excesos
pasionales a los 20 años no pasaron
inadvertidos en mi vida, a pesar de ser
siempre muy Juicioso y disciplinado,
buscaba afanosamente calmar mis instintos como cualquier hombre, buscando
identidad y aceptación, metido en
clubes, bares, Saunas y Duchas, haciendo contactos por Internet para conocer
tipos para disfrutar un momento agradable y más en la Capital donde es tan
fácil llegar y buscar sexo, aquí nadie te conoce y nadie te está señalando.
No entiendo porque los falsos
estereotipos existentes con la homosexualidad, se cree erróneamente que en una
pareja de Hombres uno hace un rol femenino y otro el masculino, eso no es tan
cierto, aunque en mucha parejas se puede ver algunas características así, la
verdad es distinta, además se cree que los Homosexuales queremos sexo todo el
tiempo y eso también es una gran falacia, claro gracias a muchos gays
descarados y lanzados que viven en pro del sexo y el placer y que no les
importa su reputación.
Pues Bien, buscaba ponerle
orden a mi vida, así pues que opte por una alternativa, que hoy no soy capaz de
volver hacer, publique un anuncio en internet para conocer amigos y pareja, fue
así que a mi vida llego un joven delgado, de mi edad, piel blanca; no fue un amor a primera vista,
no me gusto desde el principio, bueno eso es normal en mí, yo me enamoro con el
tiempo, en el compartir y el día a día, así que no soy de amores a primera
vista.
Nos pusimos la cita en Bogotá,
en un centro comercial y luego nos fuimos al apartamento en Bogotá, donde vivía,
desde luego que a tomar café, platicar más tranquilamente, nosotros llegamos a
tener sexo como a los dos meses de conocernos, me dijo que vivía en Fusagasugá, pero algo desagradable vendría en camino,
cuando le pregunte en que trabajaba?, me respondió: -soy estilista, me sorprendió
porque quizá era más masculino que yo, no parecía la típica loca de salón de
belleza, y claro me dije a mi mismo, -lástima que no sea profesional, ahora yo
le diré a mis amigos y conocidos que salgo con un estilista.
Así fue, mis amigos me sacrificaron,
me dijeron que como era posible que yo siendo un abogado, con excelentes
referencias, me metiera con un pobretón, un estilista, eso era vergonzoso, que
me valorara, que buscara una persona profesional, que fuera digno de estar
conmigo.
Adolfo me dijo que se llamaba,
el me miraba con admiración y cariño, en sus ojos podía ver ese sentimiento
bonito que sentía por mí, distinto, diferente, la verdad nunca antes lo había
visto, sería mi segundo noviazgo homosexual, el por su puesto tenía mucho más
experiencia en estas cosas, algo que definiría el rumbo de nuestra relación.
Cuando entramos en materia,
llegamos al tema de conversación natural en una pareja homosexual, el Rol
sexual en la intimidad y por mucho que uno pueda intuir, es necesario hablarlo,
porque se lleva grandes equivocaciones, a veces los más amanerados terminan siendo
los más machotes; entonces se habló de todas esas cosas y todo pintaba bien
cada vez más.
Quien hubiera imaginado que
ese hombre llamado Adolfo? Estilista, sin mucho dinero, marcaria
de una forma profunda mi vida, tanto, que amerita un artículo aun muchos años
después de haber terminado nuestra relación.
Adolfo es un hombre serio,
educado, respetuoso, amigable, sincero, a pesar de no tener ninguna
preparación, es culto en sus expresiones y ademanes, pues bien, a pesar de las
críticas, yo decidí darme una oportunidad con él, nos cuadramos, bueno en
realidad el me pidió en cuadre.
Bueno casi como a los dos
meses llego el momento, el momento más íntimo, el de la prueba para toda pareja
y especialmente en la homosexual, el sexo, que para mí siempre fue hacer el
amor, es normal tener algo de miedo, porque si se fracasa en ello dile adiós a
tu pareja la verdad que a veces el mundo gay es bastante cruel en estos
aspectos.
Él regresó a Fusagasugá casi
dos horas de Bogotá y yo tendría que seguir trabajando en Caparrapi, así continúo
nuestra relación, nos veíamos los fines de semana, cada 15 días yo viajaba
hasta esa tierra que me enamoro, me encantaba, salir los fines de semana para
ir a ver a mi novio.
Así que poco a poco mi fui
enamorando de esos labios finos y delgados, de esa sonrisa, de esa piel, de su
voz y sus caricias, nunca antes había sentido esto por algo, jamás había
dedicado una canción a una pareja, y lo hice.
El primer año fue
maravilloso, pero ya en el segundo empezaron las discusiones, las peleas y
hasta la infidelidad, desde luego que el me traiciono con otra persona y yo así
lo perdone, porque se lo difícil que son las relaciones homosexuales, pero ya después
cansado de la indiferencia conocí a Carlos, un hombre casado, con esposas e
hijos, me convertí en su amante, pero era quizá la manera de desfogar toda la tensión
que vivía en mi relación.
Cuando me madre Murió me dejo completamente
solo, y eso me partió el corazón, tuve que enfrentar esa situación solo y con
la mayor molestia porque Adolfo sabia de las condiciones de salud de mi mama, y
aun así no le importo, lo cual fue determinante en lo que seguiría de nuestra
ya febril relación de pareja.
Bueno fue así que Adolfo entro
en mi vida, mantuvimos una relación de tres años, hasta que desafortunadamente
y pese a mis esfuerzos tuvo que llegar a su fin a eso del año 2014, todo fue
sorpresa cuando veo su foto de perfil en Facebook acompañado de otro hombre, en
ese entonces era analista de Colpensiones y salid e la oficina a llamarlo inmediatamente,
le pregunte que quien era esa persona? Me lo negó primeramente, acepto que esa
era su actual pareja y que terminaba conmigo.
Llore como nunca, me culpe de
todo, lo culpe también, eso si nunca le suplique que volviera a pesar de todo
tuve el valor de aceptar su decisión.
Fue así que acepte el fin de
la relación, nos vimos por última vez, salimos a un centro comercial, hablamos,
comimos, le compre unos detalles, le dije que era los últimos que de mi recibía
y que le deseaba buena suerte; llore, llore mucho y el me miro a los ojos, me sonrió
con tristeza y beso mis labios, esa fue nuestra despedida.
Desde luego que Adolfo es un
enamorado de esos picaflor y a los meses supe que su relación había terminado,
que estaba en otra relación, luego de fracasar intento buscarme, pero yo estaba
distanciado emocionalmente de él y no quería absolutamente nada.
Pero sin embargo Adolfo fue
sin duda esa relación en la que aprendí muchas cosas, como la tolerancia, el
respeto, la capacidad de escuchar y sobre todo la madurez, es por eso que ejerció
tanta influencia en mi vida, que aún lo recuerdo con cariño a pesar de que
estemos lejos el Uno del Otro.
Hay quienes aún no creen en el
amor Homosexual, y la verdad que están en un gran error, el amor entre dos hombres
existe, es volcán, es mágico y es maravilloso, este fue un breve relato que
demuestra que una pareja gay es como cualquier pareja heterosexual que enfrenta
los mismos desafíos y retos.
No se equivoquen, no todos los
homosexuales somos Iguales, algunos son más sexuales que otros, algunos son showceros
y les gusta llamar la atención, otros somos más calmados y tranquilos, algunos
son más superficiales y sin cerebro, otros somos más profundos y espirituales,
algunos les gusta mostrar sus cuerpos y sus músculos, otros preferimos mostrar
nuestras ideas y pensamientos, algunos
les gusta la moda y las vanidades, a mí me gusta la política y el Gobierno, así
que dejen los estereotipos y no nos catapulten a todos como locas.
Omar
Colmenares Trujillo
El
mismo que escribe
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