sábado, 23 de febrero de 2019

COMO EVITAMOS LA GUERRA EN COLOMBIA?




COMO EVITAMOS LA GUERRA EN COLOMBIA?


“UN ANÁLISIS TEÓRICO POLÍTICO”







HACIA UN CONCEPTO DE GUERRA…



La guerra ha sido un concepto que ha marcado hasta hoy la Historia de Colombia, por eso en el presente artículo intentaré abordar algunos aspectos de la materia, dentro del ámbito de la teoría política y el Derecho, quizá para explicar por qué mi fuerte convicción frente al estado de Derecho pero sobre todo lo Social y democrático como primer peldaño para evitar la guerra y sostener la paz.


El esfuerzo de Gaston Bouthol sirve de punto de partida para exponer este concepto,  “la guerra es una lucha armada y sangrienta entre agrupaciones organizadas, esta definición a mi juicio encierra expresamente dos ideas distintas que son la lucha armada sangrienta y la organización.


Lucha Armada es el conflicto en sí mismo de la guerra, una en la que acude a las armas para resolver una disputa cualquiera.


El uso de las armas es históricamente evidente aunque, en abstracto, alguien pueda forzarnos a admitir la posibilidad de lucha sin armas, no hay en la historia de la homínida, ni siquiera en las comunidades más primitivas.


Esta característica ya era llamada por Gorgias  “diferencia tangible”   entre la guerra y la paz, diferencia que se expresa en la forma de morir: “En tiempos de paz los jóvenes inhuman a sus padres, pero en la guerra los padres sepultan a sus hijos…en la paz, los enfermos encuentran cura, mientras que en la guerra, hombres que rebosan de salud perecen”.


En el origen germánico de guerra werra, discordia, alude a la característica anterior, la palabra batalla habla de la actividad que materializa la guerra de la manera más inequívoca.

La sangre como consecuencia del uso de armas es un común denominador de la guerra.


ORGANIZACIÓN: La expresión exacta de Bouthol es  “Agrupaciones Organizadas “ que implica varias características.


En primer lugar, se trata de un asunto humano. No se admite la posibilidad de una guerra que no sea entre seres humanos. E términos de Konrad Lorenz, es una lucha intraespecífica, por demás distintiva de la homínida  y que,  al parecer  los étologos no han encontrado en ninguna rama del reino animal.


En segundo lugar, implica la participación activa del hombre, actividad que supone conciencia, voluntad y reciprocidad. En la guerra, la actividad no se dirige solo contra la materia inerte “sino siempre, al mismo tiempo, contra la fuerza espiritual que da vida a esa materia, y es imposible separar una de la otra.”




THOMAS HOBBES:

El estado de guerra:

El término estado de naturaleza o "la condición natural del hombre" fue establecida por Thomas Hobbes, en su obra Leviatán (Hobbes) y su trabajo anterior De Cive.2​ Hobbes argumentaba que todos los humanos son por naturaleza iguales en facultades físicas y psicológicas. Desde esta igualdad y otras causas en la naturaleza humana, todo el mundo está, naturalmente dispuesto a pelear entre sí, de modo que "Con todo ello es manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos". En este estado cada persona tiene derecho natural o libertad para hacer cualquier cosa necesaria para preservar la vida de cada uno; y la vida es "solitaria, pobre, asquerosa, bruta, y corta" (Leviatán, Capítulos XIII–XIV). Hobbes describió este estado de naturaleza con la frase en latín bellum omnium contra omnes (que significa: guerra de todos contra todos), en su obra De Cive.



MICHEL FOUCAULT: LA GUERRA INFINITA.



Michel Foucault ( 1926-1984 ) ha reconstruido y extrapolado el pensamiento del historiador francés  Henry Comte De  Boulainvilliers para configurar lo que llama discurso hostórico político, teoría en la cual la guerra  es el concepto determinante, aunque entendida de una manera excéntrica respecto tanto a la tradición filosófica precedente, que Foucault identifica con los contractualistas.


Boulainvilliers va a defender los derechos de la aristocracia francesa contra la burguesía y el rey, a partir de la tesis de que aquella clase proviene directamente de los germanos que vencieron a los antiguos pobladores celtas y romanos, asi convierte el conflicto francés del siglo XVIII en un conflicto de razas y otorga a la guerra de conquista la legitimidad para demandar a los descendientes germanos tengan el gobierno del país siempre en sus manos.


Un general prusiano que conjugaba admiración y odio hacia uno de los militares más famosos de la historia NAPOLEON,  discípulo presunto y legado de Kant y Hegel, elaboraría el tratado más famoso y nunca escrito y erigiría un paradigma de lo que llamaba el arte de la Guerra. Su obra se publicó cuando Karl Marx empezaba a convertirse en azote del capitalismo, ambos construyeron una concepción que mira la guerra sin pasión.



CLAUSEWITZ: POLÍTICA Y ESTADO DE TENSIÓN.


El libro contiene numerosos ejemplos históricos usados para ilustrar los conceptos presentados. Federico II de Prusia (conocido también como Federico el Grande) figura de forma prominente por haber hecho un uso eficiente de los limitados recursos a su disposición. Napoleón es también una figura central.


De entre muchos conceptos, tres se distinguen como esenciales en el concepto de Clausewitz:

La guerra nunca debe ser un propósito en sí misma.


Algunas de las ideas clave (no necesariamente originarias de Clausewitz sino de su mentor Gerhard von Scharnhorst) que aparecen el libro De la guerra incluyen (no tienen orden especial de importancia):


La aproximación dialéctica al análisis militar
Los métodos de «análisis crítico»
Los usos y abusos de los estudios históricos
La naturaleza del mecanismo de «equilibrio de fuerzas»
La relación entre objetivos políticos y objetivos militares en la guerra
La relación asimétrica entre ataque y defensa
La naturaleza del «genio militar»
La «fascinante trinidad» (Wunderliche Dreifaltigkeit) de la guerra
Las distinciones filosóficas entre «guerra absoluta o ideal» y la «guerra real»
En la «guerra rea»" los polos distintivos entre a) guerra limitada y b) guerra «agotamiento del enemigo»
La pertenencia de la «Guerra» la rama social en lugar del arte o la ciencia
La esencia impredecible de la guerra
La «niebla» de la guerra
La «fricción»
Los «centros de gravedad» operacionales y estratégicos
El «punto culminante de la ofensiva»
El «punto culminante de la victoria»
CARL SCHMITT: La política




EL CRITERIO AMIGO-ENEMIGO COMO DISTINCIÓN ESPECÍFICA DEL CONCEPTO DE "LO POLÍTICO"



El criterio amigo-enemigo, planteado por Schmitt como una expresión de la necesidad de diferenciación, conlleva un sentido de afirmación de sí mismo (nosotros), frente al otro (ellos). Así pues, es posible observar el contenido positivo de la relación amigo-enemigo como conciencia de la igualdad y de la otredad, la cual se define marcando al grupo entre los que se distinguen de los otros con base en ciertos referentes. La diferencia nosotros-ellos establece un principio de oposición y complementariedad. La percepción que un grupo desarrolla de sí mismo en relación con los otros es un elemento que al mismo tiempo que lo cohesiona, lo distingue. La posibilidad de reconocer al enemigo implica la identificación de un proyecto político que genera un sentimiento de pertenencia. Pero, ni la identificación con/del enemigo, ni el sentimiento de pertenencia, ni la misma posibilidad de la guerra que le dan vida a la relación amigo-enemigo son inmutables. Antes bien, se encuentran sometidos a variaciones continuas, es decir, no están definidos de una vez y para siempre.





CONFLICTO ARMADO VS TERRORISMO


La primera vez que se usó la expresión “conflicto armado” fue en la Convención internacional sobre prevención y represión del delito de genocidio, que en su artículo 1, en su versión inglesa, usa la expresión “armed conflict” que la versión castellana traduce como “guerra”. “La expresión ‘derecho de la guerra’ es inmediatamente comprensible y más corta que ‘derecho de los conflictos armados’, mientras que la expresión ‘derecho humanitario’ requiere explicaciones y se confunde a menudo con la de ‘derechos humanos’.”


El Diccionario de Derecho internacional de los Conflictos armados de Pierre Verri define el “Conflicto armado no internacional” así: “Sinónimo de guerra civil, el conflicto armado no internacional se caracteriza por el enfrentamiento entre las fuerzas armadas de un Estado y fuerzas armadas disidentes o rebeldes”.


A su vez, el Diccionario práctico de Derecho humanitario dice que “a menudo denominado ‘guerra civil’ el conflicto armado no internacional es un conflicto que se desarrolla sobre el territorio de un Estado, entre sus fuerzas armadas y fuerzas armadas disidentes o grupos armados organizados que, bajo las órdenes de un mando con responsabilidad, ejercen control sobre una parte de su territorio lo que les permite llevar a cabo operaciones militares continuadas y concertadas”.


Al hablar de guerra este mismo diccionario dice que “la palabra ‘guerra’ ya no se utiliza en el derecho internacional actual, que prefiere términos tales como el de ‘conflicto armado internacional’ para hablar de una guerra entre dos o varios Estados y de ‘conflicto armado no internacional’ para hablar de una guerra civil”.


En la misma tónica, Schindler se pregunta si no solamente el concepto de “guerra” ha sido sustituido por el de “uso de la fuerza” o “conflicto armado”, sino si hoy es posible usar la expresión “guerra”, puesto que la misma está prohibida.


La intensidad del conflicto juega un papel fundamental en la definición de la norma aplicable. A un conflicto que pueda llamarse en verdad “guerra civil” se le aplicarían las normas completas del Protocolo II, a uno de menor intensidad meramente el artículo 3 común24 y, por supuesto, a las “tensiones internas y disturbios interiores tales como los motines, los actos esporádicos y aislados de violencia y otros actos análogos, que no son conflictos armados” no se les aplican las normas de guerra ni las de Derecho Internacional Humanitario (“DIH”).




BELIGERANCIA
“LA TEORÍA DEL RECONOCIMIENTO DE REBELDES E INSURRECTOS.”


Para que pueda hacerse un reconocimiento de beligerancia se requiere que los sublevados ejerzan control territorial y eso significa, ni más ni menos, que hagan las funciones de Estado a falta de éste. “By the effective control of the insurgent movement over part of the territory and people involved in civil war, an entity is formed which indeed resembles a state in the sense of international law.”


 Los sublevados deben estar “organizados [de tal manera] que, bajo la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre una parte de dicho territorio un control tal que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas y aplicar el presente Protocolo” como reza el artículo I  del Protocolo II, y que apliquen el DIH.


El reconocimiento como beligerante exige como requisito el control territorial pero no así el de insurgente, pero por supuesto los efectos no son los mismos. Un efecto común es el de que mediante el reconocimiento los sublevados adquieren ciertos derechos que no tenían antes. Los beligerantes adquieren subjetividad internacional y deben aplicárseles las normas de guerra y ser considerados como combatientes


En cuanto a los insurgentes, la figura del reconocimiento es mucho menos desarrollada y escasamente usada.48 Se acepta, en general, que los insurgentes tendrán solamente aquellos derechos que les quiera otorgar el gobierno que haga el reconocimiento, en particular que sus actos serán considerados de gobierno y no de bandolerismo o piratería y que “por elementales razones de humanidad” se aplicará el DIH, concretamente el artículo 3 común,50 teniendo en cuenta que, puesto que se trata de sublevados que carecen de fuerza y control, el reconocimiento por terceros sería definitivamente considerado intervención en los asuntos internos.


Por fortuna el Gobierno de Ivan Duque en Colombia no reconoce el conflicto armado, y por lo tanto quienes están alzados en armas tampoco reúnen las condiciones para que se les otorgue el estatus político, así como ninguna forma de beligerancia, Las Farc, ELN y demás grupos armados, son terroristas y no tienen ningún ideal político o social más que enriquecerse con las drogas y la violencia.

…Y son terroristas.


EL TERRORISMO


En diciembre de 2005 un grupo de expertos convocados por las Naciones Unidas recomendó una definición de terrorismo que fue adoptada por la Cumbre de Madrid, según la cual terrorismo es “cualquier acto, además de los especificados en los diferentes convenios  destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a un no combatiente, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar una acción o abstenerse de hacerlo”.


Díez de Velasco define así el terrorismo internacional: “cualquier acto o amenaza de violencia cometida por un individuo o un grupo de individuos contra personas, organizaciones, lugares, sistemas de transporte y comunicación internacionalmente protegidos, con la intención de causar daños o muerte y el objeto de forzar a un Estado a tomar determinadas medidas u otorgar determinadas concesiones”. Vale la pena recordar que en el Estatuto de Roma que creó la Corte Penal Internacional no aparece el terrorismo como delito, aunque sí, naturalmente, los diversos actos que puedan constituir crímenes de guerra o contra la humanidad que lo conforman. No se llegó a un acuerdo porque algunos consideraron que ciertos actos podrían ser considerados terrorismo por unos y lucha por la libertad, por otros.


Pero, “por encima de las discusiones sobre la legitimidad de la lucha armada o las razones que mueven a los violentos, nunca es lícito ni ético, sin importar las condiciones, el ataque a los civiles y a quienes están fuera de combate”.


El fin es aterrorizar a la población con el propósito de alcanzar un objetivo determinado. Hay, obviamente, infinidad de objetivos (políticos, religiosos, sociales etc.) que generan otros tantos tipos específicos de terrorismo.


Una primera división es la del terrorismo internacional que se dirige a objetivos de este tipo, como el practicado por Al Qaeda, por razones políticas pero también religiosas, o como la bomba puesta en el avión de Pan Am por terroristas libios que explotó sobre Lockerbie el 21 de septiembre de 1988, cuya responsabilidad fue aceptada formalmente por Libia en octubre de 2002.


Y el terrorismo interno que, a su vez, puede dividirse en dos: aquél que es espontáneo o, en todo caso, no deriva de una sublevación propiamente dicha, como el palestino, el Ejército Rojo y la banda Baader- Meinhoff, que actuó en los sesenta y setenta en Alemania,60 las Brigadas Rojas en el mismo periodo, que actuaban teniendo como objetivo las multinacionales y los jueces en Italia, los Tupamaros en Uruguay,62 los Montoneros en Argentina, y, por supuesto, el Ira, rama armada del Sinn Fein, en Irlanda y la Eta, nacida en 1959 y aún activa en España. Y el practicado por sublevados que añaden el terrorismo como una de sus múltiples formas de lucha. Entre estos pueden mencionarse los llamados rebeldes chechenios; Sendero Luminoso, activo como Partido Comunista del Perú desde 1980, el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA); y el M-19,70 las FARC y el ELN en Colombia.


Como veremos más adelante el Fortalecimiento del estado de Derecho, así como la construcción verdadera de lo social y democrático, se convertirán en una de las barreras para evitar el terrorismo; Porque no es admisible desde ningún punto de vista el sometimiento del estado al terrorismo y debe fortalecerse no solo militar y judicialmente, sino que como repito deberá abordar los aspectos de igualdad social y lucha contra la pobreza en Colombia.


El Infortunado gobierno de Juan Manuel Santos arrodillo el estado de derecho frente al terrorismo de las Farc, premio con impunidad y hoy este fenómeno avanza más fuerza, pero lo que es peor dejó sin herramientas para la construcción de una verdadera paz, sin adoptar decisiones que nos permitiera trabajar en lo político y social en las regiones apartadas de Colombia, el abandono estatal persiste y eso es la puerta generadora de más violencia.



Pero entonces como evitamos la Guerra?

 1. FORTALECIMEINTO DEL ESTADO DE DERECHO

Es importante señalar que en todos los territorios existe algún tipo de ordenamiento jurídico pero que ello no implica que en el mismo rija un Estado de Derecho, ya que para que éste exista es necesario que la sociedad política se encuentre plenamente juridificada y donde las normas aseguren que todo ciudadano será tratado por igual frente a la justicia.


Es importante mencionar que para que sea considerado como tal un Estado de Derecho debe cumplir una serie de normas, las mismas son:

La Ley debe ser el mandato fundamental: todos los ciudadanos, incluso quienes gobiernen deben someterse a las leyes y ser juzgados en igualdad de condiciones y no se harán excepciones a ningún individuo, por alto que sea el cargo que posea. Como la Ley es hija del Poder Legislativo y éste se encuentra separado del resto de poderes del Estado, el cumplimiento de las normas podría ser más posible.


Deben garantizarse todos los Derechos y Libertades: es responsabilidad del Estado que la Ley se cumpla y que en ella se vele por la libertad de todos los individuos que viven bajo su tutela; la norma máxima del Estado es garantizar este principio.


La Administración debe encontrarse limitada por la Ley: los directivos del Estado pertenecen a dos cuerpos diferentes: el Gobierno y la Administración, ésta se trata de un elemento no-político y se compone de los funcionarios, y, al igual que el gobierno, se encuentra limitada a las leyes que rijan sobre el territorio.


En las últimas décadas hemos visto cómo el término democracia ha sido manoseado y llevado a la ruina en manos de personajes ineptos, lo cual ha traído como consecuencia que muchos ciudadanos, de países diferentes, se sintieran decepcionados por la política y llegaran a sentir que vivían en un territorio gobernado por dictadores. Esta manera de pensar tan actual y tan nefasta para la política ha hecho trastabillar las bases del Estado de Derecho y obliga a que se busquen con urgencia alternativas para recuperar la confianza del pueblo en sus representantes y la formación de una sociedad igualitaria y responsable políticamente.




 2. EL ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO: INVERTIR EN LA PAZ



Se considera que el Estado social es un sistema socio-político y económico definido por un conjunto de condiciones jurídicas, políticas y económicas. En términos generales la mayor parte de los autores de filosofía del derecho concuerdan en que un Estado social de derecho se propone fortalecer servicios y garantizar derechos, considerados esenciales para mantener el nivel de vida necesario para participar como miembro pleno en la sociedad. Entre esas condiciones se citan generalmente:

-Asistencia sanitaria.
-Salud
-Educación pública.
-Trabajo y vivienda dignos.
-Indemnización de desocupación, subsidio familiar.
-Acceso práctico y real a los recursos culturales: (bibliotecas, museos, tiempo libre).
-Asistencia para personas con discapacidad y adultos mayores.
-Defensa del ambiente natural.
-Asistencia social.
-Defensa jurídica y asistencia legal.
-Garantiza los denominados derechos sociales mediante su reconocimiento en la legislación.


-Provee la integración de las clases sociales menos favorecidas, evitando la exclusión y la marginación, a través de la compensación de las desigualdades y de la redistribución de la renta por medio de los impuestos y el gasto público. Utiliza instrumentos como los sistemas de educación y sanidad (en mayor o menor grado públicos y controlados por el Estado, obligatorios, universales, gratuitos y subvencionados), financiados con cotizaciones sociales. Se tiende a la intervención en el mercado y la planificación de la economía, todo ello en contra de los principios del liberalismo clásico.



En la práctica política, tanto el Estado social como la economía social de mercado son a menudo confundidos con el Estado del bienestar (welfare state). Esta confusión es a veces natural, producto de la confluencia en ambos proyectos de historia, resultados, intereses (véase Estado del Bienestar: Orígenes y Evolución), e incluso medios (véase economía del bienestar), pero a veces parece intencional, debido a consideraciones ideológicas o de debate. Es relevante notar que en el idioma alemán hay dos palabras (Sozialstaat y Wohlfahrtsstaat) que se pueden traducir al inglés como welfare state. Sin embargo, hay entre ellas una distinción sutil pero importante: Sozialstaat es un principio (Sozialstaatsprinzip), mientras que Wohlfahrtsstaat es una política:


In der Politikwissenschaft wird der Terminus Wohlfahrtsstaat zum Teil abweichend verwendet und gilt als vorwiegend empirische Kategorie zur vergleichenden Analyse der Aktivitäten moderner Staaten.8
'En la ciencia política, el término Estado de bienestar tiene en parte usos o significados distintos, y se considera que es principalmente una categoría empírica para el análisis comparativo de las actividades de los Estados modernos.'


3.LAS DESIGUALDADES NO SOLO GENERAN VIOLENCIA: SON VIOLENCIA


Suele afirmarse que los desequilibrios, las tremendas desigualdades existentes entre los seres humanos, generan conflictos, violencia. Podemos recordar, al respecto, las palabras de Mayor Zaragoza (1997): “El 18% de la humanidad posee el 80% de la riqueza y eso no puede ser. Esta situación desembocará en grandes conflagraciones, en emigraciones masivas y en la ocupación de espacios por la fuerza”. También en la misma dirección afirma Ramón Folch (1998): “La miseria –injusta y conflictiva- lleva inexorablemente a explotaciones cada vez más insensatas, en un desesperado intento de pagar intereses, de amortizar capitales y de obtener algún mínimo beneficio. Esa pobreza exasperante no puede generar más que insatisfacción y animosidad, odio y ánimo vengativo”.


No hay duda acerca de que los desequilibrios extremos son insostenibles y provocarán los conflictos y violencias a los que hacen referencia Mayor Zaragoza o Ramón Folch, pero es preciso señalar que, en realidad, las desigualdades extremas son también violencia (Vilches y Gil, 2003). ¿Qué mayor violencia que dejar morir de hambre a millones de seres humanos, a millones de niños? El mantenimiento de la situación de extrema pobreza en la que viven tantos millones de seres humanos es un acto de violencia permanente (ver Reducción de la pobreza). Una violencia que, es cierto, engendra más violencia, otras formas de violencia:


Las guerras y carreras armamentistas con sus implicaciones económicas y de sus terribles secuelas para personas y medio…


El terrorismo en sus muy diversas manifestaciones, que para algunos se ha convertido en "el principal enemigo", justificando notables incrementos de los presupuestos militares… a expensas de otros capítulos.


El crimen organizado, las mafias, que trafican con droga, armas, seres humanos... con su presencia creciente en todo el planeta y también con un enorme peso económico, gracias a la corrupción y al blanqueo del dinero negro que es canalizado hacia empresas "respetables". Los negocios legales e ilegales resultan así perfectamente imbricados y el volumen del comercio asociado a mafias se estima de 2 a 10 millardos de dólares.

Las presiones migratorias, con los dramas que conllevan y los rechazos que producen…

La actividad especuladora de algunas empresas transnacionales que buscan el mayor beneficio propio a corto plazo, desplazando su actividad allí donde los controles ambientales y los derechos de los trabajadores son más débiles, contribuyendo, a menudo con ayuda de la corrupción, del tráfico de capitales y de los paraísos fiscales, al deterioro social y a la destrucción del medio ambiente (Diamond, 2006).


Sin embargo, parece obligado reconocer que esta diversidad cultural está generando terribles conflictos. ¿No son, acaso, las particularidades las que enfrentan sectariamente a unos grupos con otros, las causantes del racismo, de las "limpiezas étnicas", de los genocidios, de los rechazos a los inmigrantes…? (ver Diversidad cultural). Es preciso rechazar contundentemente esa atribución de los conflictos a la diversidad cultural. Son los intentos de suprimir la diversidad lo que genera los problemas, cuando se exalta "lo propio" como lo único bueno, lo verdadero, y se mira a los otros como infieles a convertir, si es necesario por la fuerza. O cuando se considera que los otros representan "el mal", la causa de nuestros problemas, y se busca "la solución" en su aplastamiento. Los enfrentamientos no surgen porque existan particularismos, no son debidos a la diversidad, sino a su rechazo (Vilches y Gil, 2003), a la imposición por la fuerza de “nuestro” derecho sobre el de otros, en perjuicio de la inmensa mayoría.



 4. EL DESARROLLO SOSTENIBLE LA MEJOR FORMA DE PREVENIR LA GUERRA

El Secretario General resaltó que la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible representa el proyecto universal de las Naciones Unidas para logar una sociedad más pacífica y estable.


“Invertir en una paz significa invertir en servicios básicos, aunar a los organismos humanitarios y de desarrollo, crear instituciones eficaces y responsables, proteger los derechos humanos, promover la cohesión social y la diversidad y avanzar hacia la energía sostenible”.


Asimismo, subrayó la importancia de otros factores como la educación y el empleo de calidad.

Cohesión social


Existe un factor del nuevo capitalismo que Joaquín Estefanía expone de la siguiente manera: La globalización actúa, en el plano real, en dos sentidos complementarios: la globalización financiera aumenta las desigualdades entre los beneficios y los salarios; y la de los mercados incrementa las desigualdades de salarios y desempleo, entre los trabajadores cualificados y los no cualificados. Es decir, legitima la fragmentación social, y separa a los que se adaptan a las nuevas condiciones del mundo de los que no son capaces de hacerlo.


La atomización y destrucción del tejido social es un mal escasamente estudiado, y de efectos imprevisibles. Se manifiesta en muy distintos niveles, desde la eliminación de antiguas cortesías entre los ciudadanos, que produce agrupaciones de población desconfiadas y poco eficaces funcionalmente, hasta el abandono culpable de crecientes sectores de excluidos sociales, pasando por un aumento de las enfermedades mentales y una tendencia a vulnerar las reglas de convivencia y las leyes, que sectores enteros de población consideran ridículas.


La categoría de riesgo de exclusión social, se contempla cada vez más en los programas de desarrollo institucionales. Se ha comprobado que abandonar a los más débiles a su suerte resulta caro, puesto que ese ahorro se evapora con los esfuerzos crecientes que exigen el control y represión de los insatisfechos. Pero, al margen de los programas institucionales, ¿puede lucharse contra la fragmentación social a través de la sociedad civil? Algunos instrumentos se han revelado muy útiles para mejorar las cosas:



5.LA NO IMPUNIDAD PARA EL TERRORISMO, UNA VERDADERA JUSTICIA.


Desde las ciencias políticas y criminológicas y el Derecho Penal se ha insistido en un aforismo; y es que la Impunidad genera más violencia” o la misma sensación de impunidad de las que les he hablado en otras oportunidades, los colombianos hemos sido testigos de un proceso de paz con las Farc, que sacrifico la justicia por la paz, hoy evidenciamos cuan grave resulto esa decisión, pues el premio a la violencia, incidió en el amento del terrorismo.
Por eso no se debe premiar la delincuencia ni cualquier forma de terrorismo, porque en Colombia no existe un conflicto armado.




Agradecimientos
Libro
El Rastro de Caín
Guerra, paz y Guerra Civil
Jorge Giraldo Ramírez.2001.




OMAR COLMENARES TRUJILLO
ANALISTA

























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