Espejito,
espejito: ¿ Quién es la más bella de este Reino?
Quien hubiera imaginado
que la frase de la malvada madrastra, la reina del célebre cuento Blancanieves,
hoy estuviera tan vigente en nuestro mundo, sobre todo en las redes sociales.
Ese espejo colgado en
la pared al que al reina le preguntaba incesantemente, sobre si era la más
bella del reino, para reasegurar su autoestima, es en mi concepto el llamado fenómeno
selfie.
Por supuesto, el espejo
que solía responder: “ Tu, ¡ Oh Reina ¡ eres la más bella de todas ellas,
actualmente responde a través de Facebook con un simple me gusta o un me
encanta, pero su propósito es desde luego el mismo, hacernos sentir bien, es como si
entre más likes tenga esa imagen, más bello me puedo sentir.
Pero claro que quien se
toma una Selfie comiendo una hamburguesa en McDonald’s, y la sube instantáneamente
en redes sociales, lo que esta es preguntándole a la cámara del celular al mejor
estilo de la reina de Blancanieves, espejito espejito cierto que me veo divino?
En verdad me veo hermoso? Miren que yo tengo dinero y puedo darme los gustos que quiero! Hay señor de gloria y ojala
no vaya a tener al menos un like, porque es posible que se enfurezca.
Todos necesitamos que
nos aplaudan, que nos feliciten que reconozcan nuestro triunfo, eso no está
mal, pero cuando usted satura las redes sociales de imágenes de su vida privada,
lo que está haciendo es precisamente mendigando atención, usted no tiene una
vida tranquila y en paz, porque a toda hora está pendiente del smarphone para
tomar una imagen y enviarla al mundo.
La selfie es un
autorretrato realizado con una cámara fotográfica, generalmente una cámara
digital o un teléfono móvil; Se trata de una práctica muy asociada a las
redes sociales, ya que es común subir este tipo de autorretratos a dichas
plataformas, entonces podría casi asegurar que es el nuevo espejo de
Blancanieves.
En mi concepto la selfie
tiene un profundo trasfondo psicológico, y este artículo a pesar de ser una crítica
social, contiene per se una preocupación sincera que trasciende y que debe ser
abordado con sensatez y seriedad.
Nuestra autoestima no
puede estar supeditada a una simple imagen, nuestro yo interior no puede
depender de los otros y es aquí donde entramos en la verdadera problemática, la
reafirmación de nosotros mismos a través del espejo, es decir a través de la aprobación
de los otros.
Que busca juan con
subir una selfie en redes celebrando sus cumpleaños número 40, en un yate en el
mar caribe, con mujeres bellas y tequila, que es lo que pretende demostrar? Quizá que
vive bien? Que es exitoso y feliz? O busca demostrarles a los demás, lo que por
sí mismo no es capaz de creer.
Curiosamente grandes celebridades
del cine como Marilyn Monroe; cuantas
algunos, preguntaba constantemente a sus amigos y compañeros de trabajo, sobre
si era bonita e inteligente, algo difícil de creer para una de las mujeres más
hermosas en la historia de Hollywood, difícil creer que necesitara de la aprobación de los otros
para sentirse segura.
Aquí es donde me detendré,
al que considero el verdadero meollo del asunto, la necesidad de aprobación de
los demás, auscultada con una enorme falta de autoestima, que necesidad tenemos
de publicar nuestra felicidad para sentirnos felices, la felicidad se vive, no
se muestra.
Si uno está
acostumbrado a vivir bien, es decir en medio de lujos, viajes y todo tipo de
comodidades, no creo que necesite publicar algo tan común para el en las redes
sociales su ámbito social, por el contrario quien ha tenido toda clase de
carencias económicas, cuando compre su primer automóvil, lo más seguro es tomar
la foto y subirla de una en internet, para que todos sepan lo bien que le va en
la vida.
Me he dado cuenta que
las personas que saturan las redes sociales de selfies, fotos e imágenes, propias
de su vida hasta en pijama, tienen serios problemas de aceptación, son bastante
inseguros y de cambios constantes cambios de ánimo, mientras que quienes poco publican
parecieran tener una personalidad más firme y estable, aunque no es una regla
general.
Instagram se ha
convertido en el espacio ideal para compensar nuestra falta de autoestima y
necesidad de aprobación, si eres feo, la aplicación te borra las cicatrices,
las arrugas y las manchas, te hace ver hermoso, porque como repito la consigna
es mostrar a los demás que tu eres lo máximo, anqué por dentro te lleve el
diablo.
Pero hay algo que me llama la atención del fenómeno espejito espejito, y es que las imágenes de quienes tienen deficiencias de autoestima, en realidad se ven felices en estas fotos, se ven riendo en un plan turístico en Europa, o quizá en la celebración de un cumpleaños, que se yo, pero lo notorio como repito es que siempre se ven bien, felices; pero lo lamentable está detrás de una Selfie.
Hay mucha falsedad en las redes sociales, la gente publica mucha información que no es verdad, porque lo que interese es vender una imagen, la mejor, perfecta, aunque sea incompatible con la realidad, pues es una especie de marketing personal donde si no muestras no vendes, así que lo mejor es entrar en esta moda.
Ahora si voy a dar en
el punto cardinal del asunto, quienes son adictos al autorretrato, las selfies, de acuerdo con expertos en salud
mental son personas con un trastorno de personalidad llamado egocentrismo, esto
implica la preocupación por sí mismo y sobre cómo es percibido por los demás.
El narcisista está interesado por la satisfacción de su vanidad y la admiración
de sus propios atributos físicos e intelectuales.
Dentro de los efectos
psicológicos del abuso de las redes sociales, en el Facebook son:
– Los usuarios de
Facebook tienden más a tener personalidades narcisistas o inseguros
– Las personas con
puntuaciones más altas en narcisismo fueron aquellas que realizaban
actualizaciones frecuentes de los estados, publicaban fotos de ellos mismos y
usaban frases o lemas para autoalabarse
– Una encuesta 2012 de
los abogados matrimonialistas, muestra que Facebook había estado implicado en ⅓
de todas las solicitudes de divorcio el año anterior.
Lo que ha hecho el
fenómeno de los selfies y el narcisismo es enfocarse a la imagen. Nos ha puesto
en la mano un mecanismo que quizá muchos deseábamos tener antes, pero no había
los medios.
Se puede hacer de esto
un círculo virtuoso, potenciando la imagen positiva o atractiva; o un círculo
vicioso al resaltar una imagen negativa; sin contar con las personas que no
ponen una imagen verdadera de sí mismos. Por supuesto, no todos son críticas a
este narcisismo elevado, puesto que los “like” o los “follow” de la imagen
subida puede ocasionar un aumento de la autoestima que, quizás, antes se
encontraba por los suelos. Ya se sabe que nunca están demás las palabras
bonitas.
Al realizar estos
autoretratos, los “selfies” suelen sentirse superiores a los demás pero
también, suelen irritarse rápidamente y no son capaces de aceptar las críticas,
y les encanta fotografiarse con alguna herramienta electrónica.
Ahora ya lo sabes,
antes de publicar tus fotos en grandes redes como Facebook, sería conveniente
pensar ¿por qué lo haces?, ¿te consideras selfie?, ¿necesitas alguna clase de
ayuda?
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