Facundo Castillo: El gran Barón Electoral de Arauca
Arauca siempre ha sido por
excelencia territorio de caudillos electorales; el caudillismo consiste en la
llegada de líderes carismáticos cuya
forma de acceder al poder y llegar al gobierno está basada en mecanismos
informales y difusos de reconocimiento del liderazgo por parte de las
multitudes, que depositaban en "el caudillo" la expresión de los
intereses del conjunto y la capacidad para resolver los problemas comunes.
En esta oportunidad me
referiré en particular a uno de los caudillos o Barones electorales más
cuestionados que tiene hoy el
departamento de Arauca, el señor José Facundo Castillo Cisneros, por supuesto
que dejaré de lado mi profundas diferencias con este personaje, para presentar
un artículo de altura bajo los argumentos de la ciencia política, sin embargo es posible y les pido disculpas a
los lectores si llegan a observar algunos apartes con mis tintes críticos
respecto de su forma de hacer política.
En Arauca como en muchas otras
regiones del país el poder político de jure y de facto ha estado monopolizado
por un pequeño grupo de élites locales, muchas veces a costas de los derechos
políticos y libertades civiles del resto de la población. Este fenómeno es
conocido en la literatura de ciencias políticas como “autoritarismo local” y a
cuyos actores coloquialmente nos referimos en el país como caciques, gamonales,
manzanillos o barones electorales.
Los caciques han sido actores
fundamentales de la política nacional. Organizan a los electores para los
partidos políticos y los políticos nacionales y gestionan recursos y obras
públicas para las regiones ante el Gobierno nacional. Pero, al mismo tiempo,
reparten los cargos públicos locales y se adueñan del Estado en las regiones
para beneficio personal
José María Samper en su época hablaba del gamonal del pueblo como “una especie de señor feudal […] que domina soberanamente el distrito” y posteriormente en 1887, Rafael Uribe Uribe lo definía como un “gallito o magnate” para ganar las elecciones. Para los críticos de la época, éstos se convirtieron en la expresión de lo disfuncional de la democracia colombiana, por supuesto en mi concepto José Facundo Castillo es un Gallito para ganar elecciones.
Desde luego que los señores
gamonales no salen permanentemente en los medios de comunicación y redes
sociales, son bastantes apáticos a la modernización de la forma de hacer
política, así como los desafíos del marketing político, pero estos personajes siguen siendo el
engranaje más importante detrás cualquier elección y su poder practico en las
regiones es ilimitado.
En el año 2004 Julio Enrique
Acosta Bernal gobernador de Arauca nombró al medico José Facundo Castillo Cisneros, como director del Hospital San
Vicente de Arauca, y en ese cargo se mantuvo seis años, llego bajo los
auspicios del autoritarismo local y de esa forma se despertó también su lado
salvajemente político, donde se cumple la célebre frase de lord acton de 1887,
El poder tiene a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente.
Su paso por el hospital le
enseño hacer alianzas políticas, estrategias y cálculos electorales, se hizo
amigo de los grandes contratistas del departamento y estrecho relaciones con personas
de influencia política, es decir con los mismos caciques que han gobernado
nuestra región.
Siempre ha sido cuestionado
por la manera como financió los recursos de la salud para utilizarlos en su
propio beneficio, y seguro de que tenía todos los instrumentos para ser
gobernador de Arauca, se lanzó a la Candidatura sin tener ninguna experiencia electoral, se presentó
con el partido de la U, y como un gran alumno de lo que significa ser un ágil y
maquiavélico político, se distancio traicionando a su predecesor y padrino Julio Bernal.
Pero como en la política es
claro que después de una elección se sanan heridas y por la búsqueda permanente
de poder y de vigencia electoral, rápidamente se compusieron las relaciones y se
lograron algunos acuerdos, entre estos barones electorales.
Facundo Castillo, tiene
carisma como todo gamonal que se respete, es muy Humano, sencillo, sabe escuchar y estar cerca de la comunidad,
bajo esta perceptiva su administración departamental se dedicó a darle trabajo
a la gente, ayudar a los necesitados, patrocinar todas las fiestas patronales, así
como el Coleo y actividades en beneficio de la comunidad.
Aquí entonces ya estoy definiendo lo que es Barón electoral, como aquellos propietarios
de las industrias más poderosas e influyentes del país: La maquinaria política;
ofrecen Becas así como toda clase de prebendas, favores a cambio de votos y lo
peor es que la gente así lo acepta.
Los Barones electorales
viven de dar empleo, son padrinos de niños y fundaciones que en realidad les
importa muy poco, y de forma sorpresiva muchos de ellos se convierten en
grandes representantes del folclore y el regionalismo.
Así pues, la popularidad de
José Facundo Castillo es la respuesta precisamente a esa forma carismática de
poder que identifica de facto a un Barón
Electoral, el margen de aceptación en el departamento de Arauca además de ser
supremamente alto, es profusamente
indiscutible y contundente.
Los Barones electorales son
clientelistas por naturaleza, nepotistas, buscan satisfacer siempre sus
intereses personales y familiares, pero para asegurarlos, colocan personas en
cuantos cargos sean necesarios para obtener así el beneficio de las misma, no
dejan títere sin cabeza, si alguien pretende hacer alguna forma de oposición y
buscas acallar toda forma de expresión critica.
El politólogo Edward Gibson
se pregunta de manera general cómo estas elites locales logran persistir en el
poder en países democráticos en vías de desarrollo y plantea tres potenciales
estrategias de control. La primera es lo que él llama “paroquialización” del
poder en donde las elites locales utilizan a los partidos políticos o dinastías
familiares para rotarse o mantenerse en los cargos públicos. La segunda implica
la “nacionalización” de la influencia del poder local en donde los políticos
regionales buscan a través de su representación en el Congreso y otras
instituciones nacionales como Ministerios, influir en las decisiones que
afectan su poder y a sus regiones. Y la tercera, es la monopolización de los
vínculos entre el centro del país y las regiones para controlar el flujo de
recursos, las comunicaciones, la representación de los partidos políticos, etc.
No es difícil ver en el país
a familias enteras de caciques políticos, tías, primos, esposas, sobrinos,
etc., independientemente de sus afiliaciones políticas e incluso a pesar de
tener problemas judiciales, acceder y mantenerse en diferentes cargos públicos
del Estado. Hoy en día, muchos de estos caciques políticos controlan
los cargos regionales y locales de elección popular, como alcaldías de ciudades
intermedias o gobernaciones.
Para nadie es un secreto que mientras el Médico José Facundo Castillo fue gobernador logró el ascenso político,
económico y social de su propia familia de Cravo Norte, sus hermanos ejercieron
especial influencia en su administración, crearon empresas de fachadas para
posteriormente contratar con el Estado y aún están vigente.
Los Barones electorales
siempre logran cooptar el estado, acapararlo para sí mismos, Los caciques
políticos siempre tienen candidatos al Congreso, o son ellos mismos candidatos,
y compran apoyos políticos a alcaldes, concejales y ediles para que movilicen
los votos el día de las elecciones.
Los costos económicos y
políticos de este tipo de “autoritarismo local” parecen evidentes, como mayor
clientelismo o corrupción y menor competencia política, y en general, peores
instituciones locales, hoy el departamento de Arauca es mas pobre, inviable,
donde parece que el estado no llegara, una región apartada en el territorio
donde los únicos que mandan son estos caciques o barones Electorales.
Por supuesto que la
popularidad que tiene José Facundo Castillo, no es a merced de su excelente
administración como gobernador, sino la de precisamente ser el gran barón
electoral en Arauca, en consecuencia su gracia tiende a oscurecer las innumerables
denuncias por corrupción y despilfarro de dineros públicos en su gobernación.
A los Araucanos poco o nada
les importa si el gran Barón Electoral es corrupto o no; lo aman, lo quieren, es
esperado siempre, y están dispuestos a apoyarlo incondicionalmente en
cualquiera de las instancias donde se presente, porque eso si hay que
afirmarlo, José Facundo Castillo es un Gran ser Humano, Humilde y capaz de
entronizarse con las necesidades de sus comunidades.
Es una lástima que tenga
tantas investigaciones en su contra y que a las personas poco les importe, debemos recordar que los grandes líderes
que han sido popularmente aceptados como Fujimori en el Perú, posteriormente
cayeron en la vergüenza por la enorme corrupción mientras fue presidente, pero
aun así, es capaz de volver a ganar una presidencia así sea en cuerpo ajeno, porque
aun los ciudadanos lo quieren.
Insistiré siempre en poner
fin al cacicazgo político electoral en las regiones, porque no comparto la monopolización
de la política regional, no quiero y jamás votare por el gran Barón Electoral
del departamento de Arauca, y aunque es buena persona, lo que ha hecho en su cuestionada
administración desdibuja todo lo humano posible.
James Robinson en una de sus columnas en el periódico El
Espectador, expresó que la interacción
entre los caciques y la política nacional dificulta la centralización del poder
político y la construcción de un Estado fuerte, genera peores instituciones
nacionales. Y pienso que también fragmenta la sociedad civil e impide el
surgimiento de nuevas expresiones políticas, tanto a nivel local como nacional.
Asimismo, retrasa el desarrollo de las regiones de una manera más estructural
puesto que cualquier política pública impulsada desde Bogotá que erosione el
capital político o económico de los caciques y sus amigos, sea esta en
educación, salud, tierras o política industrial, sencillamente no va a ser
impulsada ni implementada.
Cada elección en Arauca no solamente es popular sino tambien producto del fraude, la coacción, la compra de votos, la
financiación ilegal”, y según el respetado Jaime Castro, que promovió como
ministro la votación directa. “La mayoría de las entidades territoriales están
en mano de mafias políticas y clanes familiares”.
Lo más sensato es que
Facundo Castillo resolviera primero sus líos judiciales y le aclarara a la opinión
pública sobre de qué forma manejó tanto la dirección del Hospital de Arauca,
como su gobernación, pero ahora que es candidato a la cámara de representantes,
esperamos que se abra al debate y que aproveche esta oportunidad para aclarar y
presentar sus argumentos.
Finalmente es importante
decir que los grupos armados ilegales también son responsables de la política
corrupta en el departamento de Arauca, ellos han financiado campañas de
gobernadores, alcaldes, concejales y diputados, pero también son coparticipes
del empoderamiento de los gamonales del pueblo, expresado en alianzas con los
terroristas para poder gobernar.
Solo la Cultura política podrá
fracturar estos cacicazgos electorales, que aún conservan mucha vigencia, resuena el caso de Bernardo el Ñoño Elías y Musa Besaile, queridos y amados en Córdoba,
sacaron una de las votaciones más altas para el senado de la república, ahora están
presos y detenidos por corrupción, y la gente de su tierra los defienden porque
son sus barones electorales.
Facundo Castillo entre el
amor y el odio a podido zanjar diferencias, y colocarse en lo más alto de la política
regional, pero me preocupa cuál será su agenda político-legislativa al congreso
de la república, porque aunque va a representar al departamento de Arauca, también
deberá tomar decisiones de orden nacional, y ya vinculado a Cambio Radical, me
pregunto cuál será su posición respeto de una eventual reforma a la Justicia, revisión
de acuerdos de Paz, una reforma electoral en Colombia, todo estos temas ojala
los plantee en debates radiales y abiertos a la comunidad.
Omar
Colmenares Trujillo
Analista
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