CLAUDIA LÓPEZ
LA POLITICA
DEL INSULTO
Desde que Claudia López inicio su participación en la política, lejos de
caracterizarse por la presentación de
propuestas serias y respetables, se ha distinguido más bien por una
forma bastante exótica de hacer política, el insulto, el agravio, las calumnias
y las injurias le dan suficientemente color y brillo a sus discursos y
expresiones.
Por supuesto que la senadora López no es la única, uno de los grandes
representantes de la política del insulto a nivel internacional es el actual presidente
de los estados unidos Donald Trump, y aquí en Colombia claro está no es ella la única que constantemente trina de manera estridente y controversial.
El problema de Claudia López es que cree que con gritar va a callar a
todo el mundo y con eso puede ganar un número
significativo de votantes, los jóvenes que siguen a esta senadora en redes
sociales son bastantes superficiales políticamente hablando y sobre todo
carentes de elementos de juicios serios para opinar sobre determinados temas de
interés general.
Lo que veo en la senadora Claudia López es una obsesión compulsiva de llamar
la atención, es como si quisiera constantemente estar en los medios de
comunicación, buscando satisfacer su egocentrismo a toda costa, porque según
ella debe ser reconocida y aplaudida por ser la única dirigente en denunciar la
corrupción.
Considero que el insulto elimina toda posibilidad de diálogo, con una persona
que insulta no se puede tener una discusión civilizada; En un debate el que insulta obliga a su contrincante a
contestarle con otro insulto o simplemente retirarse del diálogo, lo que buscan
las expresiones de Claudia López es hacer añicos la discusión, porque el que
insulta no se interesa por los argumentos del otro, lo insulta para destruirlo,
para imponer su punto de vista, para aniquilar la posibilidad de que exponga
sus argumentos, el insulto procura destruir la voluntad de lucha del otro,
amedrentarlo, o bien hacerlo enojar para que pierda sus estribos.
Lamentablemente el insulto es un arma política que se está imponiendo en
Colombia desde hace varios años, y fruto
de ello es la creciente polarización que
vive el país, en donde constantemente se
quiere dividir a los colombianos y nuestros políticos son los mayormente
responsables de esta tendencia.
La senadora Claudia López cree llegar a la presidencia de la republica con la política del insulto, un
arma rastrera de quienes no consideran la política como una forma de exponer ideas,
sino por el contrario de satisfacer sus deseos y caprichos personales; porque considero
que la verdad no consiste en el agravio injustificado, la violencia verbal, la
injuria y la calumnia.
Para La senadora Lopez y sus seguidores insultar es decir la verdad, pero el insulto es una
forma de violencia verbal que mina toda posibilidad de controversia sana, Un insulto es una palabra que se utiliza por
el emisor con la intención de lastimar u ofender a otro individuo como tal.
Si ustedes revisan la cuenta de la senadora López notaran que lo que
brilla en ella son expresiones
despectivas, peyorativas y con ciertos
disfemismos para su oponentes políticos, lo que no permite conocer desde
luego, sus propuestas políticas, su labor en el senado y porque no aplaudir los
proyectos de ley que la misma hubiere presentado.
Como colombianos no podemos caer en el juego de la política sucia, vil, ruin, considerando al
insulto como una estrategia para decir la verdad, porque nada más sensato para una política
seria es el respeto y la dignidad de las personas en el ejercicio de las
expresiones públicas.
No es cierto que decir la verdad
consista en insultar, eso no puede
aceptarse desde ningún punto de vista, porque el buen nombre y la moral de las personas no pueden ser
arrastradas por las expresiones injuriosas y calumniosas de quienes
consideran tener la verdad; más bien la mesura y el respeto en las
expresiones aunque sean adversas a lo que consideramos, le dan altura a un debate y porque no un cierto grado de
credibilidad.
Lo más curioso de esta estrategia política sucia de la senadora Claudia López,
es que hay en juego una doble moral, pues la misma que denuncia la corrupción,
llego al senado de la republica haciendo lo mismo que hacen todos los
políticos, que hace parte de uno de los estamentos más corruptos del país, que
dentro de las funciones que establece el artículo 150 de nuestra carta política no está
la de ausentarse en los debates por estar haciendo campaña política
en las regiones de Colombia, ni mucho
menos dejar de asistir a la sesiones del
congreso por estar en Hora 20 Y voces
RCN y otros medios de comunicación
robando pantalla y haciendo show, y me pregunto, acaso esto no es una forma de corrupción?
Cuando su debe r es la de presentar proyectos de ley .
La violencia verbal en la política no puede tener recibo en Colombia, un
lenguaje insultante no nos permitirá jamás salir de la guerra que por años
hemos vivido, tenemos que repensar la forma de hacer política pero no con los
shows mediáticos como Laura en América, donde los participantes se dicen de
todo, sino con debates de altura, debates serios, respetuosos y responsables.
Es obvio, no me gusta la forma de hacer política de la senadora Claudia López,
pero reconozco su capacidad de liderazgo y compromiso; como persona, como mujer y como ser humano es
un gran baluarte para la participación política de las minorías.
Y para finalizar termino diciendo las palabras del Papa Francisco que
recientemente hizo:
Hoy se grita y se insulta demasiado. El insulto es una forma de
violencia en el hablar.
OMAR COLMENARES TRUJILLO
ANALISTA
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