viernes, 16 de junio de 2017

CLAUDIA LÓPEZ LA POLITICA DEL INSULTO






CLAUDIA LÓPEZ

LA POLITICA DEL INSULTO






Desde que Claudia López inicio su participación en la política, lejos de caracterizarse por la presentación de  propuestas serias y respetables, se ha distinguido más bien por una forma bastante exótica de hacer política, el insulto, el agravio, las calumnias y las injurias le dan suficientemente color y brillo a sus discursos y expresiones.

Por supuesto que la senadora López no es la única, uno de los grandes representantes de la política del insulto a nivel internacional es el actual presidente de los estados unidos Donald  Trump, y  aquí en Colombia claro está  no es ella la única que constantemente  trina de manera estridente y controversial.

El problema de Claudia López es que cree que con gritar va a callar a todo el mundo  y con eso puede ganar un número significativo de votantes, los jóvenes que siguen a esta senadora en redes sociales son bastantes superficiales políticamente hablando y sobre todo carentes de elementos de juicios serios para opinar sobre determinados temas de interés general.

Lo que veo en la senadora Claudia López es una obsesión compulsiva de llamar la atención, es como si quisiera constantemente estar en los medios de comunicación, buscando satisfacer su egocentrismo a toda costa, porque según ella debe ser reconocida y aplaudida por ser la única dirigente en denunciar la corrupción.

Considero que el insulto elimina  toda posibilidad de diálogo, con una persona que insulta no se puede tener una discusión civilizada; En un debate  el que insulta obliga a su contrincante a contestarle con otro insulto o simplemente retirarse del diálogo, lo que buscan las expresiones de Claudia López es hacer añicos la discusión, porque  el  que insulta no se interesa por los argumentos del otro, lo insulta para destruirlo, para imponer su punto de vista, para aniquilar la posibilidad de que exponga sus argumentos, el insulto procura destruir la voluntad de lucha del otro, amedrentarlo, o bien hacerlo enojar para que pierda sus estribos.

Lamentablemente el insulto es un arma política que se está imponiendo en Colombia  desde hace varios años, y fruto de ello es la creciente polarización  que  vive el país, en donde constantemente se quiere dividir a los colombianos y nuestros políticos son los mayormente responsables de esta tendencia.

La senadora Claudia López cree llegar a la presidencia de  la republica con la política del insulto, un arma rastrera de quienes no consideran la política como una forma de exponer ideas, sino por el contrario de satisfacer sus deseos y caprichos personales; porque considero que la verdad no consiste en el agravio injustificado, la violencia verbal, la injuria y la calumnia.

Para La senadora Lopez y sus seguidores insultar  es decir la verdad, pero el insulto es una forma de violencia verbal que mina toda posibilidad de controversia sana,  Un insulto es una palabra que se utiliza por el emisor con la intención de lastimar u ofender a otro individuo como tal.

Si ustedes revisan la cuenta de la senadora López notaran que lo que brilla en ella  son expresiones despectivas, peyorativas y con ciertos  disfemismos para su oponentes políticos, lo que no permite conocer desde luego, sus propuestas políticas, su labor en el senado y porque no aplaudir los proyectos de ley que la misma hubiere presentado.

Como colombianos no podemos caer en el juego de  la política sucia, vil, ruin, considerando al insulto como una estrategia para decir la verdad,  porque nada más sensato para una política seria es el respeto y la dignidad de las personas en el ejercicio de las expresiones públicas.

No es cierto que  decir la verdad consista en insultar,  eso no puede aceptarse desde ningún punto de vista, porque el buen nombre y  la moral de las personas no pueden ser arrastradas por las expresiones injuriosas y calumniosas de quienes consideran  tener la verdad;  más bien la mesura y el respeto en las expresiones aunque sean adversas a lo que consideramos,  le dan altura a un  debate y porque no un cierto grado de credibilidad.

Lo más curioso de esta estrategia política sucia de la senadora Claudia López, es que hay en juego una doble moral, pues la misma que denuncia la corrupción, llego al senado de la republica haciendo lo mismo que hacen todos los políticos, que hace parte de uno de los estamentos más corruptos del país, que dentro de las funciones que establece el artículo  150 de nuestra carta política  no está  la de  ausentarse  en los debates por estar haciendo campaña política en las regiones de Colombia,  ni mucho menos dejar  de asistir a la sesiones del congreso por estar en Hora  20 Y voces RCN y otros  medios de comunicación robando pantalla y haciendo show, y me pregunto,  acaso esto no es una forma de corrupción? Cuando su debe r es la de presentar proyectos de ley .

La violencia verbal en la política no puede tener recibo en Colombia, un lenguaje insultante no nos permitirá jamás salir de la guerra que por años hemos vivido, tenemos que repensar la forma de hacer política pero no con los shows mediáticos como Laura en América, donde los participantes se dicen de todo,  sino con debates de altura,  debates serios, respetuosos y responsables.

Es obvio, no me gusta la forma de hacer política de la senadora Claudia López, pero reconozco su capacidad de liderazgo y compromiso;  como persona, como mujer y como ser humano es un gran baluarte para la participación política de las minorías.
Y para finalizar termino diciendo las palabras del Papa Francisco que recientemente hizo:

Hoy se grita y se insulta demasiado. El insulto es una forma de violencia en el hablar.



OMAR COLMENARES TRUJILLO
ANALISTA

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