Venezuela: Hambre, Crimen y Miseria.
La destrucción de las instituciones políticas liberales, el control electoral por parte del estado, la concentración cada vez mas absoluta del poder en manos de un líder, el nacionalismo convertido en una filosofía, la funesta intención de gobernar todos los asuntos de una sociedad, la manipulación a los ciudadanos mediante la intoxicación emocional a través de discursos, fundado en prejuicios y mitos, las quimeras con el fin de mantener cohesionada a una nación aunque este en la mas miserable condición, como invasión por parte de estados extranjeros, la ya bastante envejecida y desgastada teoría del materialismo dialéctico, de una sociedad sin clases, la igualdad general, de poner fin al capitalismo, pareciera ser el dibujo de un modelo de la URSS, pero no es así, es el modelo Bolivariano, de nuestra hermana república.
Y es precisamente una ideología que tiene su génesis en un prócer, Simón Bolívar, lo cual es de hecho ya un mito, pues a diferencia de lo que hizo Stalin en Rusia, convirtiéndola en altamente industrializada y educada a punto de potencia mundial, lejos de ese panorama esta Venezuela pues sus resultados son bastantes contundentes, hambre, crimen y miseria.
No debe sorprendernos, el anacronismo de hablar de capitalismo e imperialismo en pleno siglo XXI, pues es simplemente un recurso literario para mover las emociones de los mas pobres, el cual es necesario para u presidente en estado de agonía que quiere a toda costa mantenerse en el poder.
El presidente Nicolas Maduro representa precisamente la expectación de una nación deseosa de una mejor calidad de vida, una absurda filosofía con métodos e instrumentos ineficaces, de una nación enceguecida por sus necesidades, pero que al final serán ellas mismas las que definan su propio futuro.
El caos económico, la prominente y desbordada inflación, el desabastecimiento alimentario, la crisis en salud, el empobrecimiento paulatino,el aumento del hampa, sicariato y delincuencia callejera, es un pequeño bosquejo de todo lo que sucede en nuestra hermana república.
No será la carta democrática de la OEA, ni las cómplices posturas de los países de la región la que definan como terminará esta historia, es el mismo pueblo quien decide su futuro y la única puerta por ahora es el referendo revocatorio.
En síntesis, el referendo revocatorio no solo debe ser considerado como una propuesta de la derecha, ni de los contradictores políticos, es producto del hambre, crimen y miseria a la que están inmersos los mismos venezolanos desde cualquier orientación política, luego serán ellos mismos los únicos que definan la suerte de su estado, de lo contrario sera la historia quien termine por condenarlos en una profunda guerra que no queremos,Fin a la Dictadura.
OMAR COLMENARES
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